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S. M.
Jueves, 20 de octubre 2022, 22:29
Los neumáticos son el único elemento del vehículo que está en contacto permanente con el pavimento, así que elegir unos que proporcionen una buena adherencia es la base para un adecuado comportamiento del vehículo en carretera y para ahorrar combustible. El neumático es el responsable ... del 21% del consumo del vehículo; por tanto, la elección no solo aumenta la seguridad, también su vida útil y duración, algo que revierte directamente en el bolsillo del consumidor.
El impacto más directo proviene de las diferencias en la resistencia a la rodadura, que se refiere a la energía que se pierde cuando el neumático está en movimiento. Cuanto menor es la resistencia a la rodadura, menos energía se pierde y menos combustible se necesita. Asimismo, una mayor eficiencia en el consumo de combustible tiene un efecto positivo en la huella de carbono generada por el conductor y, por tanto, conlleva la reducción de las emisiones de CO2.
Así viene definido en la etiqueta del neumático, la cual ofrece información útil sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética del modelo elegido. Estas pegatinas reflejan tres parámetros. El primero es el consumo de combustible, o más bien eficiencia energética o resistencia a la rodadura. A menor resistencia de rodadura, menor consumo de combustible y, por ende, mayor eficiencia. En segundo lugar, califica la adherencia en superficie mojada. Un neumático con buena nota en esta categoría, reducirá considerablemente la distancia de frenado cuando llueve. Por último, el nivel de ruido. La rigidez de las cubiertas determinan la cantidad de decibelios que generan al girar, por lo que su calificación es importante para disminuir la contaminación acústica.
«La resistencia a la rodadura tiene un gran impacto en el consumo de combustible. Con un juego de cubiertas de clase A con las presiones correctas, puede ahorrar hasta medio litro de combustible por cada 100 kilómetros en comparación con los neumáticos de menor rendimiento», detalla Matti Morri, director del Servicio Técnico de Atención al Cliente de Nokian Tyres. Una afirmación que ratifica Hugo Ureta, director de Relaciones Institucionales de Michelin. «En un turismo de motor térmico, de un depósito lleno uno de cada cinco es el consumo provocado los neumáticos. Por ello es fundamental elegir un neumático de baja resistencia a la rodadura», subraya. «Debe recordarse que entre un neumático con clasificación A y otro con E, el consumo total del vehículo puede variar 0,4 litros/100 km, lo que representa, a lo largo de toda la duración de los neumáticos –unos 45.000 km–, un ahorro de carburante de 168 litros, es decir, 421 kg de CO2 que dejan de emitirse a la atmósfera», añade.
Con esta referencia, y tomando como ejemplo un turismo cuyo consumo medio es de 5 l/100 km, para realizar un viaje desde Madrid a Barcelona, cuyo trayecto es de 621 kilómetros, si el vehículo monta unos neumáticos calificados con la letra A en eficiencia energética, consumirá 30 litros; mientras que si el recorrido se hace con un neumático etiquetado con la letra E, consumirá 32,4 litros. Lo que supone un ahorro de 2,4 litros más con un compuesto A que con uno E. Ante esto, y al precio actual de la gasolina de 1,73 euros por litro de media y del diésel de 1,89, el ahorro total es de entre 4 y 5 euros el trayecto.
Una cifra que, anualmente, con una media de 12.000 kilómetros al año –dependiendo naturalmente de parámetros como el tipo de conducción, uso mayoritario en ciudad, carretera o autopista, carga del vehículo, presión de los neumáticos...–, la diferencia de consumo puede alcanzar los 50 litros anuales, que a, 1,80 euros/litro de carburante de media, supone entre 83 y 90 euros al año.
Asimismo, recordar que en la vida útil de un neumático, que ronda los 45.000 km, el ahorro será de alrededor de 300 euros, una diferencia entre adquirir un etiquetado europeo A, el nivel más alto y de calidad, y la categoría E, la peor. Resaltar también que en el caso de un vehículo cien por cien eléctrico, la resistencia a la rodadura de los neumáticos supone un 30% del consumo de energía, o lo que es lo mismo, un aumento de la autonomía de las baterías. De igual manera pasa con la frenada. Un coche que circule a 80 km/h, requiere de 38 metros para detenerse si lleva unos neumáticos con etiquetado A; pero si están calificados con la letra F, el vehículo necesitará 56 metros para detenerse, según CEA (Comisariado Europeo del Automóvil). Dieciocho metros de diferencia son vitales a la hora de evitar un accidente o disminuir su gravedad.
Cuando se adquiera un neumático con una calificación A, si no se conserva correctamente su comportamiento se verá mermado y parecerá que se conduce con una goma de nivel F o peor. El desgaste, aunque parezca que es fruto del rodaje y del número de kilómetros realizados, también depende de los hábitos de conducción del automovilista, del uso correcto del neumático y del mantenimiento adecuado.
Por ejemplo, se debe comprobar la presión de las ruedas, evitar cargar en exceso el vehículo, acelerar y frenar con brusquedad, evitar subirse a aceras y bordillos, así como caminos sin asfaltar. El director general de Afane (Agrupación Española de Fabricantes de Neumáticos), José Luis Rodríguez, señala que «para economizar la gasolina es preferible usar el aire acondicionado a bajar las ventanillas si tienes calor. Conducir con la marcha más larga a bajas revoluciones. También aprovechar las bajadas para ahorrar en el consumo, y en las subidas, retrasar al máximo la reducción de marcha, incrementando ligeramente la presión sobre el acelerador».
Los expertos recomiendan que si un vehículo circula por zonas donde la temperatura baja de los 7 grados en invierno, se debe recurrir a neumáticos de invierno. Pero si realizar cambios de neumáticos según la estación no es viable, existen también los neumáticos todo tiempo –All season– que sirven para los meses cálidos y hacen innecesario el uso de cadenas en invierno.
Existen neumáticos específicos para coches eléctricos. Pero se debe consultar el índice de cargas para asegurarse de que están preparados para soportar el peso de este tipo de vehículos. Necesitarán neumáticos extra fuertes con paredes laterales reforzadas. Y el peso influye en la distancia de frenado, por lo que el agarre debe ser mayor. También se debe elegir uno de baja fricción, ya que la resistencia de la rodadura en los eléctricos adquiere mayor importancia; y que tengan un bajo ruido igualará el nivel de conducción suave y silenciosa.
Circular con los neumáticos en mal estado o desgastados, conlleva una multa de 200 euros. Colocar un modelo diferente en el mismo eje, 150. Una incorrecta homologación de los neumáticos, acarreará una multa de entre 90 y 120 euros.
Revisar que el estado y desgaste del dibujo no baje del límite legal establecido de 1,6 mm. Controlar la presión y si los neumáticos (incluyendo el de repuesto) han sido fabricados hace más de 10 años, deben ser inspeccionados por un especialista, y, de ser necesario, sustituirlos.
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