![Érase una vez dos Bentley S1 Continental Drophead Coupé…](https://s1.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2024/05/11/Foto1-RiYhU0TmLmZdfUMkCA9x5OO-1200x840@diario_abc.jpg)
![Érase una vez dos Bentley S1 Continental Drophead Coupé…](https://s1.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2024/05/11/Foto1-RiYhU0TmLmZdfUMkCA9x5OO-1200x840@diario_abc.jpg)
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Santiago de Garnica Cortezo
Sábado, 11 de mayo 2024, 10:00
El nombre Continental evoca viajes a alta velocidad a través de largas distancias en un ambiente de lujo. Esa es, exactamente, la experiencia que los modelos Continental de Bentley brindaron a unos pocos favorecidos durante la década de 1950.
En esos años, Bentley estaba fuertemente bajo el control de Rolls-Royce. El Bentley S1, lanzado en abril de 1955, era prácticamente una copia del Rolls-Royce Silver Cloud I, sólo que la parrilla era diferente. Debajo del capó de ambos coches se encontraba un motor de seis cilindros en línea de 4,9 litros que desarrollaba 155 CV. En otoño de 1955, Bentley lanzó la serie Continental, que sólo estaba disponible como chasis listo para conducir.
El bastidor, de escalera, era de acero y sólo la distancia entre ejes se amplió en 80 milímetros, hasta los 3.125 milímetros. Se montó un chasis soldado, de sección en caja, excepcionalmente rígido sobre una nueva suspensión delantera y resortes traseros reposicionados: la suspensión trasera se controlaba eléctricamente y se podía cambiar a «normal» o «dura» mediante un interruptor en la columna de dirección. Y un sistema de frenos más moderno permitía detener el pesado y rápido modelo en una distancia decente, cosa que no siempre era posible con sus antecesores…
Si bien se ofrecieron sucesivos Continentales S2 y S3 con motor V-8 hasta bien entrada la década de 1960, para muchos el S1 era la versión preferible; más simple, ligero y un poco más rápido, y todo esto sin dejar de ser lujoso y cómodo: tradición británica obliga. La relación de compresión del motor se incrementó, primero a 7,5:1, luego a 8,0:1, hubo un nuevo sistema de escape y, en consecuencia, una potencia de aproximadamente 180 CV; Al igual que en el modelo básico, el motor estaba asociado a una caja de cambios automática de cuatro velocidades. En Rolls-Royce no había nada parecido al S1 Continental.
Los clientes eran responsables de encargar las carrocerías. Pero al igual que su predecesor, el R-Type Continental, la mayoría de las carrocerías procedían de HJ Mulliner: se construyeron 218 de un total de 431 S1 Continental, principalmente la llamada berlina deportiva. Pero también actuaron como proveedores James Young y Hooper; uno de estos Bentley fue transformado en un descapotable de cuatro plazas por Hermann Graber en Wichtrach.
Pero vamos a centrarnos en nuestros protagonistas, firmados Park Ward. John Blachley, el diseñador jefe de Rolls-Royce en ese momento, había diseñado un hermoso cupé de dos puertas para el carrocero de Rolls-Royce (¡sic!), del cual probablemente 39 se construyeron sobre la base del S1 Continental. De este derivó el Drophead Coupé (nombre que dan los ingleses a un descapotable), del que se construyeron unos 86. Hoy en día, estos S1 Continental Drophead Coupé con carrocería Park Ward Coachwork o cupé convertible, son los más deseados.
A diferencia de la mayoría de los convertibles Bentley producidos en esta época, este estilo no fue una «adaptación» de los estampados de diseño de fábrica, sino más bien un diseño totalmente personalizado, una carrocería construida a mano, desde cero, en aluminio por los artesanos de Park Ward. Se distingue por las líneas suaves y sutiles, con guardabarros largos y completamente «fluidos» que van desde la parte delantera hasta las «caderas» traseras, y guardabarros traseros que se levantan ligeramente para formar unas pequeñas aletas posteriores.
Park Ward construyó este diseño para una clientela entusiasta y amante de los Bentley: multimillonarios, estrellas de Hollywood o de la realeza mundial, entre ellos. Y hemos retenido dos historias.
La primera, la del número de chasis BC40EL, arranca su vida inspirando un anuncio donde se sublima el silencio y termina por protagonizar un vídeo de música disco. Veamos
A principios de la década de 1960, la empresa matriz de Bentley, Rolls-Royce, publicó un anuncio que alardeaba: «A 60 millas por hora, el ruido más fuerte en este nuevo Rolls-Royce proviene del reloj eléctrico». Si bien el automóvil que aparecía en el anuncio era un Silver Cloud, se tuvo cuidado de indicar que los Bentley también eran fabricados por Rolls-Royce, y la afirmación sobre el silencio de los motores así se hizo extensiva para la compañía hermana.
Precisamente, la inspiración de este eslogan podía estar en un S1 Continental Drophead Coupé con carrocería Park Ward Coachwork. Hablamos del número de chasis BC40EL, registrado por primera vez a nombre de Mather & Crowther Ltd , en Brettenham House, justo al lado del londinense puente de Waterloo. Destinado a uso personal de E. L. Mather, el coche se matriculó con la placa «ELM 9». Con un acabado en Tudor Grey sobre un interior verde y una capota de color verde pálido, fue entregado a Mather & Crowther el 28 de mayo de 1958.
¿Y que era Mather & Crowther? Pues bien, se trataba de una importante agencia de publicidad fundada por Edmund Charles Mather en 1850, y que adoptaría la razón Mather & Crowther desde finales de la década de 1880 hasta 1948, cuando se fusionó para convertirse en Hewitt, Ogilvy, Benson & Mather. En 1959, Hewitt, Ogilvy, Benson & Mather sería contratada por Rolls-Royce, un año después de la entrega de este BC40EL, del que surgió el famoso anuncio de la compañía antes mencionado. Quién sabe si este mismo automóvil jugó un papel en la inspiración del icónico anuncio…
Poco se sabe del coche en los años siguientes. Es seguro que salió del Reino Unido pues un documento de HM Customs and Excise con fecha de mayo de 1990 muestra que el automóvil fue importado nuevamente a su país de origen por PJ Fisher, un conocido especialista en Bentley con sede en Putney, Londres, y que todavía llevaba la placa ELM 9. Menos de un año después, El coche fue adquirido por Alan Prince, un coleccionista privado y miembro del Bentley Driver's Club, quien inmediatamente encargó una restauración a los especialistas de Rolls-Royce y Bentley en Auto Trade Restoration, de Kensal Green, en Londres.
Finalizados los trabajos, en octubre de 1992, el Bentley es re- matriculado. Aunque se hicieron esfuerzos para devolverlo a su matrícula original ELM 9, esto no fue posible y se le asignó la actual de GVS 864.
A finales de la década de 1990, el grupo británico de funk y acid jazz fundado por Jason «Jay» Kay, Jamiroquai, había alcanzado el estrellato internacional, ubicándose como el tercer artista británico con mayores ventas de la década, después de las Spice Girls y Oasis. El éxito de crítica y público del álbum de estudio A Funk Odyssey, publicado en septiembre de 2001, y de clara influencia «disco», permitió a Jay Kay disfrutar a fondo de la segunda pasión de su vida: los automóviles. Y es que al cantante le encantan los coches, respirar el olor a gasolina, aceite recién quemado, acariciar las arrugas de los asientos de cuero envejecidos o escucha el sonido de un motor Ferrari V12. Es y ha sido propietario de los automóviles más deseables del mundo. Y le apasionan los clásicos.
En un momento dado, Jay Kay dudaba entre un Continental «moderno» y el S1 Continental Drophead Coupé con carrocería Park Ward Coachwork. Atraído por la personalidad de este último, Jay compró la unidad con chasis BC40EL en enero de 2001 a través de los renombrados especialistas de Bentley y Rolls-Royce, P&A Wood, en Essex. Se convertiría así en uno de los primeros vehículos de su, ahora reconocida colección (Porsche 911 2.7 RS, Ferrari Enzo, Audi Quattro Sport, Porsche 918 Spyde; Ferrari LaFerrari…), y ha sido uno de los más duraderos en la misma.
El Bentley también entra a formar parte de la vida profesional de Jay Kay en 2002, cuando se decidió que aparecería en el video musical de «Love Foolosophy», el tercer sencillo de Jamiroquai del álbum «A Funk Odyssey». La supermodelo Heidi Klum, amiga de Jay Kay, había expresado su interés en aparecer en uno de los videos musicales de Jamiroquai y, en opinión de Jay, su S1 Continental Drophead Coupé era el complemento perfecto para su físico en el video musical «Love Foolosophy», rodado en Marbella. El Bentley aparece de forma destacada en el primer tercio de la grabación, donde Jay conduce a Klum (recostada en el asiento trasero) y a un galgo afgano mientras viajan a una fiesta a través de una carretera de montaña.
El S1, pieza fundamental de la colección de Jay, sería subastado en 2023.
La segunda historia está protagonizada por el Continental con chasis BC25 LDJ, encargado originalmente por el principal distribuidor londinense de Bentley, Jack Barclay, a finales de 1957 para Su Alteza Real Abd al-Ilah de Hejaz, importante personaje del Reino Hachemita de Irak. Abd al-Ilah de Hejaz era primo y cuñado del rey Ghazi y fue regente de su sobrino, el rey Faisal II, del 4 de abril de 1939 al 23 de mayo de 1953, cuando Faisal alcanzó la mayoría de edad. Abd al-Ilah también ostentó el título de Príncipe Heredero de Irak de 1943 a 1953. Abd al-Ilah de Hejaz, que será retratado por el famoso fotógrafo Cecil Beaton, era un amante de la sociedad británica y de sus automóviles.
La documentación de fábrica de Bentley archivada ilustra una larga lista de especificaciones que incluyen espejos retrovisores dobles, dirección asistida, instrumentación doble (métrica e imperial), capó eléctrico, filtro de aire en baño de aceite (muy útil en las carreteras polvorientas), bocinas de alta potencia, faros delanteros y luces traseras especiales, radio Tipo 4300 y neumáticos Dunlop de banda blanca. Las características «reales» adicionales de esta orden se limitaban a una única asta de bandera montado en la parte delantera y el escudo del príncipe en las puertas del automóvil.
El 3 de abril de 1958, fue entregado a un representante de la familia real iraquí. Pero el 14 de julio de ese año, estalla una revolución y la familia real, incluido SAR Abd al-Ilah de Hejaz, son asesinados por rebeldes baazistas. El cuerpo del príncipe será mutilado, arrastrado por las calles de Bagdad y, finalmente, quemado.
Su Bentley pasará posteriormente a propiedad del empresario bagdadí Omar al-Janabi. Utiliza el automóvil durante muchos años y con ocasión de la boda de su hijo, pinta de blanco su carrocería.
En 1992, Janabi prestó el automóvil para el rodaje de «King Ghazi of Iraq. Sadam Hussein ve lapelícula y queda fascinado por el Bentley. Según el coleccionista canadiense Steve Maman, que compró el S1 a al-Janabi en 2015, Saddam envió agentes a su casa para preguntarle si querría «regalar» el coche al dictador. Después de la negativa inicial de al-Janabi, estos hombres comenzaron a seguirlo por Bagdad. Poco después, al-Janabi decidió que lo mejor era entregar las llaves a los agentes de Saddam: su vida era más importante que la de su amado Bentley.
Después de confiscarlo para su vasta colección (donde se unió a autos como un Mercedes-Benz 500 K Special Roadster y un 770 K Tourenwagen), Hussein hizo repintar el Bentley, que paso del blanco a una bitono azul y plata. Maman cuenta además que, durante los años de cautiverio, al-Janabi intentó localizar su Bentley. Las oficinas de licencias iraquíes le confirmaron que todavía estaba registrado a su nombre.
Tras la caída de Saddam Hussein en diciembre de 2003, sus palacios presidenciales fueron saqueados por ciudadanos enfurecidos por sus décadas de gobierno asesino. Los coches almacenados en estos palacios fueron robados, destrozados o simplemente desaparecieron. Janabi fue inmediatamente al Palacio de Bagdad y presentó su documentación a las autoridades militares americanas, demostrando que era el propietario legítimo del S1 Continental Drophead Coupe que aún estaba dentro.
Pero los saqueadores del palacio de Saddam habían «visitado» ya los coches de Hussein. Imágenes de archivo muestran que los asientos, el símbolo de Bentley, la «B» alada sobre el radiador, la tapa del maletero o los faros, habían desaparecido, mientras que la lona de la capota fue arrancada del marco y la carrocería abollada en algunos lugares. Pero, finalmente, Janabi pudo recuperar su amado Bentley casi una década después de que se lo quitaran.
En 2015, mientras estaba en Irak en una misión humanitaria para salvar a las mujeres yazidíes del ISIS, Maman conoció casualmente a Al-Janabi y posteriormente compró su S1 Continental. Maman se lo llevó al prestigioso restaurador Richard Gorman de Vantage Motorworks en Miami, Florida. Como uno de los mejores especialistas en clásicos Bentley y Rolls-Royce en Norteamérica, Gorman cuenta con la mayoría de estos S1 Continental Drophead Coupe supervivientes entre su amplia cartera de trabajos. Gorman ejecutaría una restauración completa según las especificaciones originales.
Desde que se completó esta restauración en el verano de 2017, este S1 Continental ha sido un participante galardonado en algunos de los concursos más destacados de Estados Unidos. De hecho, su debut inmediato después de la restauración se produjo en el Pebble Beach Concours d'Elegance de ese año. A esto le siguió una presentación de Mejor en su clase en el Concours d'Elegance of America 2018 en Plymouth, Michigan.
Los pocos ejemplares supervivientes del S1 Continental Drophead Coupe son, sin lugar a dudas, algunos de los Bentley más preciados de la posguerra. Y varios de ellos con interesantes historias que contar.
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