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A.P.
Viernes, 25 de octubre 2024, 10:00
Disfrutar de un viaje en moto es mucho más que disfrutar del paisaje y de la conducción. El pasado año 2023, 299 motoristas perdieron la vida en las carreteras españolas. En total, las víctimas de accidentes de tráfico aumentaron un 19% respecto al año anterior. ... Y, la DGT estimó que al menos 155 personas podrían haber sobrevivido de haber hecho un uso adecuado de dispositivos de seguridad como el casco o el cinturón. La parte más importante en la protección de un motociclista se la lleva el casco, que absorbe y distribuye el impacto en un accidente, protegiendo una de las partes más vulnerables y vitales de nuestro cuerpo: la cabeza y, por supuesto, el cerebro. Según la OMS, el uso correcto de un casco de seguridad ayuda a reducir hasta en un 70% el riesgo de lesiones cerebrales graves.
Por ser un elemento vital y decisivo a la hora de sufrir un accidente, es muy importante saber elegir el casco que mejor se adapte a nosotros y a nuestras necesidades. Y, elegir la talla correcta es una de las dudas más habituales a la que se enfrentan los motoristas durante el proceso de compra de un casco.
«Aunque los hay más populares y habituales que otros, existen muchos tipos de casco en función de las necesidades de cada conductor. Es importante que se adapte a la actividad que realizamos para protegernos de manera eficaz según las situaciones de peligro que se puedan dar en cada caso», explican desde Motocard. Sea cual sea el casco que elijas, «es fundamental que esté homologado». La homologación de los cascos garantiza que cumplen con los requisitos impuestos por ley; y, la máxima eficacia y seguridad en la protección de quien lo lleva durante un accidente de tráfico. «Tu vida puede depender de utilizar un casco correctamente homologado», aseguran.
Primero, saber qué cascos existen y cuál se adapta mejor a lo que buscas. El casco integral cubre toda la cabeza, incluida la cara, y ofrece la mayor protección. Es el más recomendado para motociclistas, ya que protege contra impactos en cualquier área de la cabeza. Similar al casco integral, el casco modular o abatible tiene la opción de levantar la mentonera (parte que cubre el mentón) hacia arriba, permitiendo que el usuario descubra el rostro sin quitarse el casco. Es una opción popular entre los motociclistas que buscan una mayor comodidad sin comprometer demasiado la seguridad.
El casco Jet o abierto deja el rostro descubierto, cubriendo solo la parte superior y los laterales de la cabeza. Es más ligero y proporciona mejor ventilación, pero ofrece menos protección en comparación con los cascos integrales. Es común verlo en motoristas de ciudad. Aunque no es la opción más recomendable.
Un casco off-road es el casco ideal para practicar enduro o motocross. Cuenta con una mentonera muy pronunciada y una visera larga para proteger los ojos y la cara del barro y los escombros. Generalmente, se combina con gafas especiales. Y el de trial, tal y como dice su nombre, es especialmente diseñado para la práctica del trial. Son cascos que destacan por su ligereza, ya que necesitan ofrecer la máxima comodidad al piloto a la hora de realizar las diferentes acrobacias.
Si ya tienes el tuyo, ahora debes elegir la talla correcta. Y es esta, sin duda, la parte más complicada para muchas de las personas que se enfrentan por primera vez a la compra de un casco. «Mucha gente duda de si aprieta suficiente o no. Es importante conocer bien tu talla y saber elegirla para garantizar la máxima eficacia en la protección de ese casco y en la comodidad que nos ofrece». Desde Motocard nos cuentan qué debemos tener en cuenta para tomar la mejor decisión.
«La realidad es que no es tan complicado dar con tu talla correcta de casco. Cada marca tiene sus medidas y, como ocurre con cualquier tipo de accesorio, las tallas suelen variar entre ellas en función de una marca u otra. Lo mejor es que, con una cinta métrica de sastre, midamos el perímetro de nuestra cabeza desde la frente y por encima de las orejas. Con la cinta lo más horizontal posible. Una vez tenemos el resultado, solo necesitaremos consultar las fichas de producto de los cascos para comprobar a qué talla equivalen nuestras medidas. Todas las marcas ofrecen esta información. Finalmente, es imprescindible saber que, si tu tamaño se sitúa entre dos tallas, elijas siempre la más pequeña».
Además, algunos trucos para comprobar que hemos elegido la talla correcta son, si el casco baila al mover la cabeza o se desliza de adelante hacia atrás, necesitaremos una talla menos. Si nos cabe el pulgar en la sien, necesitaremos una talla menos. Y si nos aprieta mucho la zona de la frente, necesitaremos una talla más para garantizar comodidad y evitar molestias.
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