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N. Soage
Domingo, 29 de octubre 2023, 01:52
La jugadora de bádminton Carolina Marín, campeona olímpica y triple campeona del mundo, reconoce fácilmente que le gustan mucho los coches, aunque subraya no tener mucho tiempo para disfrutarlos. Aún así, «evidentemente, más allá de ser una herramienta para moverme, me gusta disfrutar de ... la conducción«, explica a este diario.
A sus 30 años, no hace mucho tiempo que se sacó el carnet de conducir, a los 22 años, así que recuerda perfectamente que se presentó «y a la primera aprobé el teórico y práctico». Incluso a dónde condujo en su primer viaje: «A Huelva, claro. Aproveché para ir a casa con mi familia».
Su primer coche fue un Toyota RAV4 Electric Hybrid, un modelo anterior al actual a la venta. «Estaba esperando a que me dieran el Toyota C-HR Electric Hybrid y me facilitaron ese otro mientras tanto». Un modelo del que se enamoró casi a primera vista porque, actualmente, conduce también un Toyota RAV4 Electric Hybrid, la última versión, en acabado Luxury. Marín subraya de este modelo «su diseño, destacaría que es híbrido eléctrico y su consumo, con una potencia muy buena, que eso también me aporta mucha seguridad».
De hecho, manifiesta que este modelo responde «absolutamente» a lo que esperaba antes de adquirirlo. Es más, «me interesé por los distintos modelos que ofrecía Toyota y cuando supe las características de este no me lo pensé», incide. Y es de las que, a la hora de elegir un coche, influye tanto la estética, como la mecánica o las emisiones. «Influye un poco todo: creo que no sirve de nada que sea precioso si el resto de las partes no siguen esa misma línea o viceversa», explica.
Motor : 218 CV Consumo medio : 5,7 l/100 km Medidas (largo/ancho/alto, en metros) : 4,6/1,63/1,69 Maletero (en litros) : Capacidad hasta el cubre equipajes: 580 / Capacidad hasta el techo: 733 Velocidad máxima : 180km/h Aceleración : de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos Precio : desde 51.200 euros
La jugadora de bádminton añade que le gusta tanto ir al volante como pasajero. «Me gustan las dos. Conducir te da un control que me gusta mucho, pero ir como pasajero te permite fijarte en otras cosas que al volante no puedes». Y puntualiza que como copiloto «suelo confiar en la persona que conduce».
Por último, Marín cree que un coche dice mucho de su dueño. «Yo creo que un poco sí, aunque tampoco le define», concluye.
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