Toyota bZ4x, un modelo para dominar el mercado eléctrico

Toyota ya había hecho incursiones en la movilidad limpia anteriormente –de hecho, el primer RAV4 eléctrico se fabricó en 1996– pero han estado centrados, principalmente, en motores híbridos y en sistemas de pila de combustible de hidrógeno.

En diciembre de 2021, cuando sus principales rivales ya habían desvelado sus intenciones de convertirse en fabricantes de eléctricos exclusivamente, el CEO de la japonesa, Akio Toyoda, anunció que su consorcio destinaría más de 70.000 millones de dólares en el desarrollo de más de 30 modelos cero emisiones en todos los segmentos.

El primero en llegar es, posiblemente, uno de los más calientes: el SUV del segmento D, en el que la marca ya cuenta con un modelo muy exitoso: el RAV4. El bZ4x es más grande que este: 9 centímetros más largo y cuenta con una batalla 16 cm mayor. En cuanto a altura, es ligeramente más bajo.

Aunque la nomenclatura bZ4x pueda parecer extraña a simple vista, bZ hace referencia a la estrategia eléctrica de Toyota (Beyond Zero), mientras que el número indica el tamaño y la última letra, el tipo de silueta. Así, un deportivo podría bien llamarse bZ3r.

«Sabemos que va a ser uno de los modelos eléctricos más vendidos, pues llegamos en un momento dulce al mercado», afirmó José Manuel Méndez, el Brand General Manager de Toyota España. Una de las ventajas de llegar «tarde» al mercado es que el público ya puede considerar comprar un eléctrico y la infraestructura está más desarrollada que hace 10 años.

Pero además, Toyota ha hecho hincapié en la construcción y fiabilidad de su primer modelo eléctrico. «Nuestra reputación está en juego», declaró Méndez, que estima que la marca venderá unas 95.000 unidades al año, una vez estén las fábricas en plena capacidad. De estas, en torno a 1.200 serán en el mercado español.

El bZ4x es una demostración de la tecnología más avanzada que tiene Toyota, el fabricante que cerró 2021 en primer lugar, con más de 9,51 millones de unidades vendidas. Cuenta con su sistema multimedia más avanzado, sensores y cámaras más sofisticados, todos los elementos ADAS disponibles y la capacidad de actualizarse de forma inalámbrica.

Las baterías de 71,4 kWh están producidas en Japón a través de la joint venture entre Toyota y Panasonic (PPES) y son capaces de dotar al vehículo desde 411 kilómetros de autonomía, en su versión más potente hasta 516 km en la más ligera.

Para alcanzar sus ambiciosas cifras de ventas, el bZ4x se producirá en China y Japón. A España solo llegarán modelos de esta última fábrica y, en un primer momento, solo de dos acabados: Advance y Style Plus –esta con llantas más grandes y techo panorámico–, ambos disponibles con tracción frontal o total.

Los motores entregan 204 CV (150 kW) en la versión con tracción delantera, mientras que la total tiene dos motores de 80 kW, uno en cada eje, que desarrolla 218 CV de forma conjunta. La virtud de este sistema es que puede controlar, de forma constante, el par a cada rueda y brindar tracción incluso en entornos difíciles fuera del asfalto.

Más adelante llegará al mercado español la posibilidad de equipar el vehículo con un techo solar que recargue sus baterías. Su potencia es modesta (225 W), pero, según los cálculos de los ingenieros japoneses, brinda hasta 1.800 km gratuitos al año, con el sol de Nagoya (Japón). Madrid tiene 900 horas más de sol que Nagoya, así que esta cifra debería ser superior a los 2.000 km.

El bZ4x no estará disponible para comprar en todos los mercados, y España es uno de ellos. En nuestro país solo se podrá adquirir a través de un renting operado por la financiera de marca, Kinto One.

En el simulador presentado por la marca, se consideraba un contrato de 48 meses y 40.000 km, entregando una entrada de 2.616 euros (más los 7.000 del Moves). Con estos factores, las cuotas variaban de 599 euros al mes para el acabado Advance con tracción frontal hasta 699 euros para el Style Plus 4x4.