Mercedes CLA 250 e, deportivo, confortable, familiar y «Cero emisiones»

En el caso del CLA, la apuesta se materializa en el 250 e, con 69 kilómetros de autonomía eléctrica en el caso de la carrocería CLA Coupé, que hemos podido probar en profundidad en primicia en España, y hasta 68 con carrocería Shooting Brake. Se trata de cifras medidas bajo el nuevo ciclo WLTP.

Los datos homologados no difieren mucho en condiciones reales de conducción, como hemos podido comprobar. Se trata de hecho de una autonomía bastante alta para un modelo enchufable. En nuestro caso, hemos podido utilizarlo en varios desplazamientos de casa al trabajo, donde recargamos en un Wallbox de 3,2 kW, en unas cuatro horas. A 7,4 kW el tiempo se reduce a aproximadamente 1 hora y 45 minutos. Y en una toma rápida de corriente continua a 24 kW solo se necesitan unos 25 minutos para alcanzar el 80% de carga.

En suma, la autonomía casa perfectamente con una jornada laboral media, o con un período de descanso en casa, lo que permite realizar una conducción diaria prácticamente libre de emisiones (y con un bajísimo gasto en carburante) para quién pueda disponer de un punto de recarga. En cuanto a los costes de la recarga eléctrica, Mercedes ha alcanzado un acuerdo con Iberdrola para ofrecer una tarifa de tan solo 3 céntimos por kWh si se recarga en horas valle.

La batería, de 15,6 kWh de capacidad, alimenta un motor eléctrico de 75 kW (102CV), que se conjuga con un propulsor de gasolina de 160CV. En conjunto, pueden llegar a ofrecer una potencia combinada de 218CV. A velocidades de hasta 140 kilómetros por hora, y mientras quede carga en la batería, el sistema prioriza el funcionamiento del motor eléctrico, entrando para acompañarlo en térmico solo en situaciones en las que se requiere un extra de rendimiento, como un aceleración profunda. Dicho comportamiento, no obstante, se puede modular mediante diferentes modos de conducción: Electric (fuerza siempre el modo eléctrico), comfort, sport, battery level (carga batería) y eco, además del configurable Individual.

La hibridación enchufable aporta al CLA sobre todo un extra en confort, gracias a la ausencia de ruidos y vibraciones propia de los motores eléctricos, y también un punto de dinamismo deportivo. Ambas mecánicas de forma conjunta permiten acelerar de 0 a 100 en 6,9 segundos, y sus consumos son, al menos en la homologación, muy bajos: 1,5 litros a los cien para el motor térmico y unos 15 kWh para el eléctrico. Durante nuestra prueba -de unos 400 kilómetros, recorridos sobre todo en ciudad y autovía-, como suele suceder, el consumo ha sido sensiblemente más alto, hasta rondar los 4 litros para el motor de gasolina.

La tracción con esta mecánica enchufable es siempre delantera, mientras que el conjunto se asocia a un cambio automático de 8 velocidades de doble embrague, con levas en el volante y de gestión muy eficaz.

El precio de equipar ambas mecánicas lo paga el maletero, que se reduce de 460 a 390 litros, aún así bastante amplio. Curiosamente, Mercedes ha apostado por ubicar el escape en una posición central, lo que ha evitado que se pierda aún más espacio de almacenamiento. En el 250 e el tanque de combustible va integrado en el eje, dejando espacio debajo de los asientos traseros para la batería de alto voltaje.