Cecilia Hernández
Martes, 27 de diciembre 2016, 11:43
Cientos de personas acompañaron ayer a la archicofradía del Rosario en la celebración de su festival Ningún niño sin juguete. En esta ocasión el festival tuvo el formato de desfile, una gran marcha de animación y solidaridad que partió de la Casa de la Iglesia en torno a las 18:00 horas. Majorettes, grupos de música y bandas de Semana Santa llevaron la alegría a las calles de la ciudad, que se volcó con esta iniciativa.
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A lo largo del recorrido se fueron recogiendo los juguetes donados por los asistentes, todos nuevos, que irán destinados a la campaña de Cruz Roja Salamanca. La pasada semana la organización solidaria presentó su escaparate de juguetes en el centro cultural de la plaza de Trujillo, donde las familias más desfavorecidas podrán intercambiar vales de 10, 20 y 30 euros por regalos para sus hijos.
El desfile del Rosario llegó a la Plaza Mayor, donde esperaban más personas, y de ahí partió a la calle Prior y a la plaza de Monterrey y de las Agustinas, donde se celebró una chocolatada solidaria, en esta ocasión en beneficio del Comedor de los Pobres, institución que afronta la ampliación de sus cocinas para llegar al ansiado objetivo de ofrecer 200 comidas diarias. En la plaza de Monterrey, mientras el chocolate y los churros iban y venían, llegaron los Reyes Magos, que recibieron el cariño y las cartas de todos los niños que se acercaron.
Cabe destacar, por último, que el grupo joven del Rosario celebra hoy su fiesta en honor a San Juan Evangelista.
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