Camposolillo, el pueblo abandonado de León que perteneció a Comisiones Obreras de Valladolid

Fue a finales de los años sesenta cuando se inauguró el embalse del Porma, cuyas aguas se destinaron al regadío e hicieron desaparecer el municipio de Vegamián y sus pueblos Armada, Campillo, Lodares, Quintanilla y Ferreras, completamente anegados. Utrero y Camposolillo fueron expropiados pero no quedaron inundados, aunque sus vecinos debían abandonar el pueblo.

Más adelante, en los años noventa, el sindicato Comisiones Obreras de Valladolid se hizo cargo del pueblo después de una cesión por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero, titular de la localidad tras la expropiación. Nació así el 'Proyecto Camposolillo', un trabajo de campo con el objetivo de recuperar las viviendas de la calle principal, convertido en un camino peatonal. También se abriría una carretera que llegaría a Utrero, cuyas casas se pretendían recuperar.

Durante los dos años que duró el proyecto, muchos jóvenes se apuntaron para restaurar las primeras casas pero finalmente no terminó por funcionar. El proyecto contra la despoblación no cuajó y la falta de fondos ralentizó el proyecto hasta que finalmente se abandonó y el sindicato devolvió el pueblo a la Comisión Hidrográfica del Duero a principios de la década de los 2000.