Valdelugueros: la defensa leonesa de los Reyes Católicos

A camino entre realidad y leyenda, la historia de la conocida como La Dama de Arintero ha ido despertando en los últimos años un interés cada vez más creciente en la figura de Juana García de Arintero. Una joven leonesa que ocultó su género femenino y participó en la guerra de sucesión a la Corona de Castilla.

Presidiendo una casa del pueblo luce un escudo de piedra que recuerda la historia de la doncella de este lugar que combatió junto al partido de Isabel la Católica frente a Alfonso V de Portugal. Este pequeño pueblo, Arintero, de apenas una decena de habitantes conforma junto a Cerulleda, La Braña, Llamazares, Lugueros, Redilluera, Redipuertas, Tolibia de Abajo, Tolibia de Arriba, Valdeteja, Valverde de Curueño y Villaverde de la Cuerna, el municipio de Valdelugueros.

Así que la historia de esta joven leonesa se sitúa en el norte de la provincia, en el mismo corazón de la cordillera Cantábrica donde los vestigios romanos también dejaron su huella en la historia de estos pueblos.

Hay que viajar hasta el siglo XV, en concreto hasta el año 1474 para conocer a la protagonista de esta historia con tintes de leyenda a la que el poeta y escritor leonés, Ángel Fierro (Cármenes, 1941) le ha dedicado su último libro, 'La dama de Arintero. Análisis Crítico'. Una historia narrada también por otro leonés, Antonio Martínez Llamas en 'La dama de Arintero'.

La joven Juana García, hija de García de Arintero, se disfrazó de hombre y se unió a la batalla bajo el nombre de Caballero Oliveros. Demostró su valía en el campo de batalla con los partidarios de Isabel, hermana del fallecido Enrique IV, frente a los defensores de Juana de Castilla, La Beltraneja. Una guerra por la corona de Castilla que se prolongó durante cinco años.

En la batalla de Toro se enfrentó en solitario a tres caballeros, matando a dos mientras que el tercero la hirió dejando uno de sus pechos al descubierto y por lo tanto también su secreto. Cuando el rey Fernando de Aragón fue informado le perdonó el engaño y concedió una serie de privilegios a los vecinos de Arintero en reconocimiento a su gesta.

En el camino de regreso, se le pierde la pista y el final de la historia permanece abierto. Pero más allá de discusiones sobre su la veracidad de la historia de Juana García, hoy en día, otro reto histórico tiene por delante, el de la despoblación, una lucha que tiene como protagonistas a héroes y heroínas anónimos que con su trabajo diario siguen escribiendo el presente de la historia de Valdelugueros para tenga también un futuro.

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