UCI, la última frontera: «Mi reto es volver a caminar»

La mayoría de los pacientes superan una experiencia que, en no pocas ocasiones, resulta límite

J. Calvo

León

Miércoles, 11 de noviembre 2020, 19:05

Para quien las ha conocido en primera persona la Unidad de Cuidad Intensivos (UCI) de cualquier hospital es como un gran mecano. La del Hospital de León, en la misma medida.

Publicidad

Monitor cardiorespiratorio y cardíaco, monitor de presión arterial, oxímetro, respirador, ventilador mecánico, sondas, bombas intravenosas... torres y más torres de datos, líquidos y sonidos que, por un momento, parecen tener una coreografía casi perfecta.

Ese entorno, aparentemente hostil, ha sido el mejor compañero de viaje para Mar durante 37 días. Más de un mes en el que ha luchado contra el Coronavirus SARS-CoV-2 con la tenacidad que a todos se les supone en los momentos más críticos.

Aquella comida familiar

Nunca ha sabido cómo el virus llegó a su vida, ni siquiera el motivo por el que en aquella comida familiar de casi una decena de personas hubo una parte de participantes que terminaron en las garras de la covid-19 y otra que se quedó completamente al margen de cualquier contagio.

A estas alturas a Mar, cuya familia ha autorizado el testimonio evitando el nombre original, nada de aquello importa. Ahora solo mira hacia el futuro.

Primero fue la fiebre y una tos que parecía pegada a sus pulmones. Los primeros días se sobrellevaron en el domicilio hasta que su médico de cabecera aconsejó el ingreso hospitalario a la vista de una evolución negativa.

Publicidad

Del tiempo en el hospital apenas recuerda lo sucedido. Si acaso los 'fantasmas' que la asaltaban en cualquier momento, las conversaciones con personas ya fallecidas y la sensación de vivir una realidad paralela. Su cuerpo estaba en la UCI, embutido por decenas de cables, pero su mente vivía en un mundo totalmente desconocido.

Traqueotomía

Tuvo tiempo para soñar, 37 días exactamente. Ese es el tiempo que se ha pasado en una de las unidades clave del hospital de León. «En un par de ocasiones nos lo pusieron muy mal», recuerda ahora la familia. Tan mal que los equipos médicos decidieron realizarla una traqueotomía. En realidad era el único medio para conseguir que pudiera retornar a la vida, a su vida.

Publicidad

Estuvo en el alambre el tiempo suficiente como para que su entorno pudiera comprender que la pandemia es mucho más de lo que se puede ver en una televisión o en una información periodística. La covid-19, hoy lo saben bien, simplemente «te puede costar la vida».

Los retos

Mar abandonó la UCI la pasada semana. Y desde hace más de un mes ése fue el momento de mayor felicidad que se ha vivido en su familia. Ahora le han cerrado la traqueotomía y ya puede hablar con normalidad.

Publicidad

Habla y tiene sueños, pero de otro tipo. En sus sueños 'de antes' los fantasmas llegaban y se marchaban a cada instante, los de ahora son mucho más humanos: «Mi reto es volver a caminar», ha llegado a asegurar.

La covid le ha pegado tan duro que aún no tiene fuerza para coger una cuchara o posar un pie sobre el suelo. No camina y no se vale por sí misma, pero su evolución es tan favorable que en poco tiempo recordará lo vivido como la mayor de sus pesadillas.

Publicidad

Ha tenido suerte porque «la han cuidado como si fuera la hija, la hermana o la esposa de los que están en la UCI«. Y el premio final es impresionante: sigue viva y sí, volverá a caminar.

[En la actualidad el Hospital de León cuenta con un nivel de ocupación del 102% en las UCI 'ordinarias' (46 de 45 camas disponibles, +1). La 'red' de cuidados intensivos se ha elevado con la inclusión de REA y quirófanos hasta alcanzar las 60 camas habilitadas como UCI, que hoy llegan al 75% de ocupación. El 35% de los pacientes que ingresan en UCI terminan falleciendo debido a su situación crítica]

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad