Más de 40 tractores y centenares de amigos despiden al joven fallecido en León

Decenas de tractores, agricultores, familiares, amigos y vecinos de Gordaliza del Pino y toda la comarca dan el último adiós al cuerpo del joven Iker, fallecido en la noche del jueves 25 de julio, según apunta Leonoticias. Un momento muy doloroso para la familia, en el que todo el pueblo ha querido estar presente para acompañarles con un particular homenaje.

LEl joven fallecido, natural de Gordaliza del Pino, tenía 20 años y pertenecía a la Asociación Juvenil de la localidad. Desde esta agrupación han querido realizar un pequeño homenaje por lo que se convocó una concentración de tractores, en las eras del pueblo, una hora antes del funeral. La idea inicial era acompañar al coche fúnebre en el último recorrido desde el tanatorio a la iglesia del pueblo, pero dada la acogida de la iniciativa y la gran participación decidieron que fueran sólo unos pocos.

Cerca de cuarenta tractores se colocaron haciendo un pasillo a la llegada del coche fúnebre a ambos lados de la carretera antes de entrar en la localidad. Algunos de los ramos y coronas fueron colocados en el tractor que usaba el joven Iker para trabajar que, llevado por un familiar, fue el que cerró la comitiva hasta la iglesia. Algunos amigos también acompañaron la comitiva en otros tractores.

El resto de los tractores que quedaron en las eras de la localidad se dispusieron a bordear todo el pueblo haciendo sonar las bocinas, mientras algunos jóvenes de la asociación intentaron organizar la entrada de algunos a la plaza, pero «de unos pocos porque es pequeña y hay mucha gente».

La asociación juvenil se ha implicado mucho en el homenaje porque «Iker era muy querido por todos». También han sido varios los pueblos de la zona que enviado sus mensajes de apoyo a los vecinos de Gordaliza del Pino por tan triste pérdida.

El joven falleció en la noche del jueves cuando tuvo un accidente con el quad mientras iba a regar las tierras que cultivaba. La emoción se apoderó de toda la localidad en una tarde muy cura para familiares y amigos que lamentaban el fallecimiento del joven. «No es justo que él esté ahí», aseguraban muchos de los vecinos a las puertas de la iglesia de la localidad que acogió el funeral.

Entre las bocinas de los tractores, los aplausos de los presentes y las lágrimas, Gordaliza del Pino despidió con el corazón en la mano a uno de sus vecinos.

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