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María José del Castillo no olvidará nunca la tarde de este jueves, 10 de abril. Como cada día, caminaba por el margen izquierdo del río Torío en dirección a Puente Castro, cuando unos gritos desesperados rompieron la rutina. «Al principio pensé que era alguien jugando con su perro», cuenta. «Pero enseguida me di cuenta de que no. La chica gritaba sin parar y pedía ayuda».
La mujer en apuros, de 36 años, se había lanzado al río para rescatar a su perro, pero fue arrastrada por la corriente en la zona donde confluyen el Torío y el Bernesga, cerca del Coto Escolar, en la capital leonesa. «La vi morada, se estaba ahogando. Estaba cerca de la corriente, succionada hacia el centro. Fue horrible», relata María José, visiblemente afectada por lo vivido.
Según relata a Leonoticias, aunque los nervios le jugaron una mala pasada, no dudó en llamar al Servicio de Emergencias del 112 de Castilla y León. «Me puse muy nerviosa, me pedían su edad y yo solo pensaba en que vinieran ya. Les suplicaba que no tardaran, les dije que se iba a ahogar». La localización fue clave y gracias al rastreo del móvil, los servicios de emergencia pudieron actuar con rapidez.
Mientras tanto, dos ciclistas que pasaban por la zona se unieron al intento desesperado por ayudar. «Intentamos buscar palos para alcanzarla, pero eran endebles. Fue un rato horrible», recuerda.
Poco después llegaron agentes de la Policía Nacional y Local, dos de ellos, jóvenes, según relata Maria José, no dudaron en lanzarse al agua. Lograron mantener a la mujer a flote hasta que los Bomberos de León, llegados desde el otro margen, lanzaron una cuerda desde el lado de la carretera y consiguieron extraerla del agua.
María José del Castillo
«La policía, genial. Los dos chicos que se tiraron al río se jugaron el tipo, fue impresionante. Gracias a ellos y a los bomberos la sacaron a tiempo», explica.
La joven rescatada fue trasladada al Hospital de León por hipotermia, mientras que los agentes que participaron en el rescate se encuentran en buen estado. Su perro, que también intentaba acercarse a ella sin éxito, fue rescatado poco después.
María José del Castillo
Para María José, lo vivido ha sido un momento «de confusión, mucha tensión y miedo». «Solo le pedía que aguantara. Y ella me respondía: 'Aguanto, aguanto'. Fue muy duro, pero al final… se salvó». La leonesa confiesa emocionada que «yo no pensaba ir por ahí hoy pero soy creyente y quizá algo he podido hacer por ella».
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