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José Luis Perandones, en su casa de Astorga tras recibir el alta.
Coronavirus en León: «No sabía ni dónde estaba ni qué pasaba y cuando estás a punto de morir es muy duro»
José Luis Perandones, 58 días en UCI por Covid-19

«No sabía ni dónde estaba ni qué pasaba y cuando estás a punto de morir es muy duro»

Más de 70 días ingresado en el Hospital de León han hecho reflexionar a José Luis Perandones sobre «las cosas importantes de la vida» una situación provocada por la Covid-19 en la que la familia, esperando noticias desde Astorga, ha vivido «una angustia indescriptible»

I. Santos

León

Lunes, 1 de junio 2020, 10:38

Despertaba, sin despertar. Soñaba y no lo recordaba. No entendía qué pasaba. Se esforzaba por hablar, pero ningún sonido salía de sus cuerdas vocales. La realidad, los sueños y las ilusiones se mezclaban en sus días. José Luis estuvo más de 70 días ingresado en el Hospital de León.

A 60 kilómetros de él, en Astorga, la angustia era indescriptible. Las 24 horas del día no tenían más sentido que esperar la llamada de su médico, el parte diario que calmaba sus nervios, pero tan sólo por un momento. Tras colgar el teléfono la impotencia hacía mella. Montse y Carmen aguardaban en casa sin poder cuidar ni ver a su marido y padre, respectivamente.

Una nueva vida

José Luis Perandones García, tiene fuerza en su voz a pesar de haber recibido el alta hace menos de 24 horas. Las ganas de vivir son las que le han llevado a superar 60 días en la UCI del Hospital de León. «Fueron 58 exactamente», me corrige con educación, «aunque después de pasar por la UCI me tuvieron 12 días más en planta», recuerda sin dificultad.

Ahora ya está en casa, en Astorga y se encuentra «algo fatigado» por los ejercicios de rehabilitación. «Cuando ingresé pesaba 80 kilos y salí con 62», asegura, para explicar de alguna forma la masa muscular que ha perdido y por lo que «ahora todo me agota». Pero la fuerza no se va de su voz, quiere vivir y recuperar el tiempo con su familia.

Los momentos más duros

Todo empezó como los medios de comunicación han explicado desde la llegada de la pandemia del coronavirus Covid-19 a España. «Con tos y fiebre», recuerda como si fuera ayer, «fui al médico, pero como lo estabas escuchando todos los días.. era blanco y en botella». Y así fue.

Le ingresaron en el Hospital de León y desde ese momento empezó su lucha. «Al principio era algo consciente, aunque llegué muy mal», rememora. Después su estado empeoró, fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos y llegó la sedación.

«No soy consciente de nada». Aquellos días pasaron con mucha dificultad, José Luis tenía «sueños de los que luego no recordaba nada». Pero lo más duro eran las visitas médicas.

«Entraban en la habitación de la UCI unos seres extraños y yo pensaba '¿Dónde estoy? ¿Son extraterrestres?», recuerda mientras su voz se torna algo más grave y la emoción llena el momento. «Luego se acercaban a mi y me hablaban en mi idioma y por mi nombre, pero lo más difícil era que yo no podía contestar», las palabras de sus recuerdos duelen al salir y sobre todo al recordar sus esfuerzos por hablar sin que los sonidos salieran de su garganta. «Tienes una traqueotomía y no puedes hablar», me explica, «pero en aquel momento fue muy duro. Estaba perdido».

«Luego se acercaban a mi y me hablaban en mi idioma y por mi nombre, pero lo más difícil era que yo no podía contestar»

José Luis Perandones

Cuando José Luis Perandones despertaba, «aunque no despiertas totalmente», reconoce que «no colaboraba con ellos, no eres consciente de lo que está pasando». Los días de la UCI fueron los más duros y así los recuerda.

«Emocionalmente...», sus palabras se entrecortan, pero él mantienen el relato de una experiencia dura que espera que sirva para concienciar a la sociedad. «Cuando estás a punto de morir.. es muy duro, pensaba mucho en ello… Todo eso hace que salgas con unos valores muy distintos, hace que te importen otras cosas» y como de la nada su voz vuelve a cambiar.

Una sanidad sobresaliente

«Cuando me dijeron que llevaba 40 días en la UCI no me lo podía creer». El tiempo en el Hospital de León circuló durante meses a un ritmo muy distinto para profesionales, pacientes y familiares.

Los últimos días de su estancia en esta unidad ya le ayudaban a levantarse y de ellos recuerda «el gran trato de todos los profesionales». Montse, su mujer, también está al teléfono y a pesar de haber escuchado su relato en silencio en este momento no puede contener su emoción y asegura que «su médico de la UCI es prácticamente un hijo para mí».

Las llamadas no faltaron ni un sólo día y «podía preguntar todo lo que quisiera, él siempre contestaba con paciencia y educación», recuerda Montse. Si la situación en la UCI fue complicada para José Luis, la «impotencia» que sentían Montse y su hija Carmen no se quedó atrás.

Si la situación en la UCI fue complicada para José Luis, la «impotencia» que sentían Montse y su hija Carmen no se quedó atrás

Esperaba esa llamada y aunque lo intenta en varias ocasiones «no se puede describir lo que vivimos aquí». La angustia y la impotencia eran su día a día. Lo peor de todo era el momento previo a esa llamada, porque sabía que la situación de su marido, de su alma gemela, no era buena. «Los médicos, enfermeros, celadores, todo el personal se portó estupendamente con nosotros, pero siempre te decían la verdad aunque fuera dura», la voz de Montse también empieza a temblar y apenas alcanza a finalizar la frase: «a veces pensaba... esto se acabó y no hay más».

«Hasta que empezó a mejorar y ahí ya era todo luz y color para mi», retoma la alegría en su voz y asegura, una vez más que «todo el personal del Hospital de León ha trabajado de diez». A ella le dijeron que «siempre que yo quisiera podía acercarse y verlo un momento», por supuesto protegida con todos los Epis necesarios.

«Es que 60 días en UCI es porque has estado muy mal», recuerda Montse. Pero llegó el momento en el que esas llamadas empezaron a traer buenas noticias y cada 24 horas José Luis parecía recuperar su vida.

Una carrera de fondo

¿Y ahora? Lejos de grandes planes José Luis Perandones solo quiere «disfrutar de mi familia». Montse apunta que «los planes son de hoy y mañana, el salir a pasear por la acera de casa y disfrutar».

Aunque la familia tiene otro reto que superar en un mes. «Carmen está preparando la Ebau y eso es lo que nos ocupa ahora», explica el orgulloso padre. La joven, sin cumplir aún los 18 años, quiere estudiar un doble Grado en Derecho y Económicas.

Montse apunta que «los planes son de hoy y mañana, el salir a pasear por la acera de casa y disfrutar»

Tras la recuperación de la fuerza de José Luis, que llegará con sus ejercicios, vendrán otros planes. «Esto es una carrera de fondo y hay que ir poco a poco», relata. Montse explica que también han hablado de viajes, «pero no de grandes cosas, escapadas de fin de semana». Tienen muchas pendientes y las realizarán sin dejar pasar el tiempo, porque si algo ha aprendido esta familia es que la vida tiene segundas oportunidades y no hay que dejarlas escapar.

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