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Nuestras calles, reflejo de nuestra vida, han estado apagadas por el Covid-19 durante dos meses. Sus principales ciudades han visto cómo la gente desaparecía y daban paso a la belleza austera de sus principales monumentos. El fotógrafo berciano Rodrigo Pérez Castaño ha parado el tiempo a través de la fotografía para inmortalizar estos momentos. «Empecé en Madrid viendo como había afectado el Covid al pequeño comercio y se me ocurrió la idea de extenderlo por otras provincias», detalla este fotógrafo a leonoticias.
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Hemos sido testigos de una desolación total generada por el confinamiento, que ahora se comienza a revertir. «La idea ha sido buscar sitios representativos de las ciudades y mostrar el cambio que han tenido a causa de la pandemia», explica Rodrigo Pérez.
Se vislumbra ya la luz al final del túnel, pero esta situación dejará para siempre en nuestra memoria imágenes de excepción, de lugares normalmente llenos de vida y ánimo pero que durante dos meses mostraban el luto por el dolor que ha generado esta pandemia.
«Había un clima de pesadumbre y de incertidumbre que se notaba en el ambiente, se escuchaba el silencio», afirma este artista que no oculta su tristeza al ver las calles vacías, las trapas bajados o la falta de ruido.
«Me impactó ver el Húmedo vacío, es sobrecogedor pensar que detrás de cada negocio cerrado hay una persona que no está ingresando dinero. Hay un drama muy gordo en esas instantáneas», sentencia.
Ahora, poco a poco van a ir volviendo a la normalidad, a una nueva normalidad heredera de la fría realidad del confinamiento. Atrás quedan imágenes que transmiten una realidad, que aun siguen viva y que esconde una historia en cada uno de los personajes que sale retratados. «Me gusta mucho una foto que tomé a los pies de la Catedral en la que se ve a un padre de la mano con su hija y también una en la que un hombre que camina apoyado de un paraguas, me dio una foto muy buena», comenta este artista del tiempo.
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Cada foto guarda una historia, un momento, una ilusión. «Recuerdo la frase de una pareja que me encontré en el Húmedo: Sin gente se está bien pero necesitamos volver a ver vida en el barrio», menciona Rodrigo Pérez.
Ahora las ciudades luchan por volver a llenarse de gente y por tanto de vida, de una vida que todos echamos de menos, pero que por ahora no será igual. Cuando todo esto ocurra es posible que este artista vuelve a León a fotografiar la 'nueva normalidad' «a realizar la misma foto desde el mismo punto de vista y a la misma hora para ver el contraste», describe Rodrigo.
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Un viaje personal y profesional en el que ha podido observar la pureza de la belleza de nuestras ciudades y reflejando en este trabajo una huella iconográfica que nos permita recordar lo vivido y ser conscientes de la fortuna de nuestra rutina.
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