Investigan a dos funcionarios por perder 8.000 euros de un preso en León

El suceso, según han confirmado fuentes penitenciarias, tuvo lugar «la pasada semana» y los funcionarios se mantienen «en sus puestos a la espera de que todo se aclare», pero ya sin responsabilidad económica adscrita a sus funciones.

El relato no es claro. Una 'demandadera', la funcionaria responsable de acudir al centro de la ciudad para hacer las compras encargadas por los propios presos, se trasladó a la capital en taxi para cumplir con otra de sus misivas: en este caso hacer entrega de los 8.000 euros propiedad de un interno extraditado (cuando se dan este tipo de casos el dinero obtenido a nivel interno durante la condena se aporta en efectivo y no por transferencia).

Era acompañada, según los propios funcionarios, por un compañero recién reincorporado y en segunda actividad, quien se había ofrecido para facilitar la entrega. El dinero, los 8.000 euros, viajaban en una bolsa en el vehículo público y, según su testimonio, se depositó en el asiento trasero.

Y a partir de ahí llega el embrollo. «Las versiones no tienen nada que ver». La 'demandadera' asegura que una persona entró en el taxi en el momento en el que ellos se bajaron y que se llevó el dinero. Su teoría es un seguimiento una vez conocido que su desplazamiento era para un pago a un interno extraditado a otro país y por la importancia de la cantidad.

El segundo funcionario, según la versión de los funcionarios no confirmada oficialmente, remarca que el dinero estaba bajo custodia de su compañera, que él nunca tocó los billetes y que nada sabe sobre la desaparición más allá de que cuando se alejaron del taxi fueron advertidos de que había billetes y monedas en el suelo. Al parecer, se habían caído.

Sin que exista fuente oficial que lo confirme, lo único que se conoce a ciencia cierta es que los funcionarios no coinciden en sus versiones y que no existe denuncia entre ellos. Sí hay un parte policial, pero no denuncia.

La noticia, conocida este lunes, fue confirmada al día siguiente pese a que inicialmente se habló de «un incidente sin mayor importancia».