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La Estación de Esquí de Leitariegos, en la provincia de León, ha sido la primera en inaugurar la temporada de nieve este miércoles. Después de ultimar los preparativos durante el puente, y ante el visto favorable, tanto de la Junta de Castilla y León, como de la Diputación de León, de la que es propiedad, la estación ha abierto sus puertas para los primeros esquiadores.
Un centenar de deportistas han disfrutado de la primera nieve de la campaña, trabajada con cañones artificiales durante el fin de semana, que ha propiciado que la instalación estuviese «en perfecto estado» para el esquí y otros deportes de invierno.
A la apertura de Valle de Laciana-Leitariegos se sumará en los próximos días la Estación de San Isidro, que espera a que «mejoren las condiciones climáticas».
En la misma situación se encuentra la estación de La Covatilla en la Sierra de Béjar, que quiere abrir «en cuanto se pueda», pero que aún no tiene las condiciones óptimas.
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Las estaciones de esquí están catalogadas como empresas de transporte de viajeros y no como centros deportivos. Ninguna de ellas se verá afectada por las restricciones de aforo que rigen las instalaciones deportivas porque, por mucho deporte que se practique en ellas, las empresas propietarias y explotadoras de las estaciones están consideradas de transporte de viajeros por cable y, como tales, se rigen por la legislación de transporte, la misma normativa que se aplica en trenes, autobús o el metro.
«Es una norma común en toda Europa y por lo tanto estos remontes pueden funcionar al cien por cien de su capacidad», afirman desde las estaciones. «Lo que hemos hecho es valorar las condiciones objetivas de contagio y los remontes van a ser muy seguros», asegura Andrés Fernández, director de la estación de Leitariegos.
«Las medidas de seguridad están aprobadas desde hace meses. Uso de mascarilla, gel hidroalcohólico en todos los puntos comunes... Quizá lo más importante pueda ser la distancia de separación que debe seguirse en los remontes y en el uso de los telesillas, por ejemplo», afirma Fernández.
Valle Laciana-Leitariegos, que ofrece un total de ocho pistas que suman 4,6 kilómetros esquiables de nieve polvo y espesores que oscilan entre los 30 y los 80 centímetros, centrará buena parte de su protocolo en evitar las congregaciones de personas en puntos como los remontes o la cafetería.
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