León

Descubren una nueva sala de Valporquero con restos de pequeños mamíferos

«El interés del descubrimiento recae en que 70 años después quede un espacio inexplorado con un tamaño así». Esta nueva sala «aún sin bautizar» supone «un descubrimiento histórico» para el tesoro geólogico de la montaña leonesa. La perspicacia y el empeño de los espeleólogos Pedro González y Tania García ha dado como resultado el hallazgo de una cavidad de «más de 1.000 metros cuadrados» en la Cueva de Valporquero que estiman «de dos a tres millones de años de antigüedad».

En la exploración inicial de la cavidad, según informa Leonoticias, se han encontrado «restos de micromamíferos». Esto son pequeños animales «del tamaño de un lirón o una rata» y todavía se desconoce cómo han llegado a la sala. González apunta que «puede que fueran arrastrados por la corriente» o que, en su momento, la sala tuviera «un acceso al exterior».

Con una de las mayores colecciones de estalactitas y estalagmitas de la península Ibérica, la Cueva de Valporquero, es considerada una obra de arte de la naturaleza con millones de años de antiguedad y desde esta semana de junio cuenta con una sala más, recientemente descubierta y con un acceso «muy complicado», debido a su «altura y falta de iluminación».

Pedro González, uno de los espeleólogos que ha realizado el descubrimiento explica que llevaba «meses con la intuición de que había algo», pero que debido a la climatolología del invierno leonés y posteriores problemas no ha sido hasta estos días, de mediados del mes de junio, que junto a su compañera Tania García han comenzado el trabajo de espeleología con este «impresionante resultado»

La sala se encuentra «a mitad del curso de aguas», a una altura de «más o menos unos 60 metros sobre el río Valporquero», aclara González. Para acceder a ella han tenido que colocar cuerdas, conocidas como «líneas de vida para trabajar en altura» debido a que se encuentra en la altitud correspondiente a un «piso veinte, lo que son unos 50 o 60 metros en desnivel».

Además de la altura, otro problema ha sido la iluminación. Para acceder a la sala hay «un agujero de unos 20 metros de ancho por 10 metros de alto» en una zona «que nadie había visto hasta ahora». Por ello, los espelológos, contando con un potente equipo de iluminación, consiguieron llegar a la zona tras arduas horas de trabajo de escalada.

Las formaciones de esta nueva cavidad son las conocidas por los espeleólogos como «macarrones». Según explica González, son estalactitas en forma de tubo largo y estrecho, con paredes más frágiles y finas. El hecho de que «no haya tantas formaciones» es porque se trata de una zona «más joven» que otras de la cueva.

La cueva más joven de la comunidad, gestionada por la Diputación de León, presenta ahora un nuevo reto para la espeleología: más de 1.000 metros cuadrados por descubrir y que aún no tienen nombre. Como apunta González, junto a su compañera están aún «dudando sobre que nombre ponerle» ya que la tradición marca que quienes realizan un nuevo descubrimiento son los encargados de «bautizar» la zona. González adelanta que buscarán un nombre con similitudes «al resto de salas» de Valporquero, «que no desentone».

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