Los 'whatsapp' sobre Vox y las primarias que corroen al PP de León

A esos mensajes se suman otros que apuntarían un engorde del censo de afiliados en las primarias provinciales hace ganó hace unos meses y que su oponente, Manuel García, alcalde de Villaquilambre, denunció ante el juzgado argumentando que eran afiliaciones irregulares. Fichajes inflados, supuestamente, a beneficio de Javier Santiago.

El crédito de Javier Santiago baja enteros por momentos en León y vuelve a subir a la provincia al vagón de los territorios que provocan dolores de cabeza en la sede regional del PP, que preside Alfonso Fernández Mañueco. Ahí está Soria, con la escisión de la Plataforma del Pueblo Soriano, heredada de la etapa de Juan Vicente Herrera y que es ya una formación que acumula elecciones compitiendo contra los populares. Mañueco ha impulsado una maniobra de acercamiento a los excompañeros sorianos y aspira a suturar esa brecha histórica para las municipales de 2023.

El mapa sigue por Ávila, donde la amputación del PP cristalizó en Por Ávila los meses previos a las primeras elecciones generales y municipales de 2019. Sin apenas tiempo de maniobra, el nuevo partido reemplazó a los populares en el Ayuntamiento de la capital amurallada y logró escaño en las Cortes. El líder más visible de Por Ávila es el alcalde abulense, Jesús María Sánchez Cabrera, que llegó a ese despacho tras abandonar el de presidente de la Diputación de Ávila, por el PP.

Y Salamanca, provincia de Alfonso Fernández Mañueco, en la que el PP no ha logrado encontrar fecha para convocar el congreso provincial, con un calendario político marcado desde hace tres años por la instrucción judicial que investiga un posible delito de financiación ilegal de partido político en una campaña que recabó aportaciones para poner al día cuotas atrasadas de afiliados para que pudieran votar en las primarias autonómicas de 2017 en las que Alfonso Fernández Mañueco arrasó a Antonio Silván. La captación de dinero en efectivo se articuló desde la Diputación, que preside el presidente del PP charro, Javier Iglesias, y desde el Ayuntamiento, con Mañueco como alcalde, y era la dirección del partido la que decidía a qué militantes se les pagaban las cuotas adeudadas y se incorporaban al censo de las primarias. Iglesias afronta desde noviembre el proceso como investigado, lo que antes era imputado, al igual que el PP, como persona jurídica, y la gerente provincial del partido. Pasaron del testigos a investigados.

En León se había abierto una investigación paralela a estas primarias, en la que el juez ha solicitado al PP nacional que desde la calle Génova le remitan datos sobre afiliaciones previas a esas primarias que encumbraron a Javier Santiago. Y en estas, explotan los 'whatsapp' del presidente del PP de León, casi un año después de que obtuviera esa contundente victoria que le permitía hacerse con la presidencia del partido a nivel provincial.

Vélez, que prometía renovación y una política aperturista tras la etapa de Juan Martínez Majo en el cargo, obtenía 1.106 votos en aquel proceso de primarias en el que su rival -el también alcalde popular de Villaquilambre, Manuel García- abandonó tras denunciar una cascada de irregularidades que aún hoy se dirimen en los juzgados leoneses.

Para el ahora presidente del PP de León aquella fue la segunda gran victoria en su fulgurante carrera política. Meses antes, durante las elecciones generales del 10-N, Santiago Vélez lograba, partiendo como 'número 2' en la lista popular al Senado, imponerse al 'número 1', Antonio Silván. Era algo excepcional que reforzaba, en teoría, su crédito político. Vélez obtuvo 85.666 'x' en la papeleta frente a los 85.627 de su 'compañero' y 'rival'.

Sin embargo, aquellas dos victorias políticas, están hoy bajo sospecha. Javier Santiago Vélez ha dejado de ser el político que cautivó, al menos en teoría, a sus compañeros de partido y su liderazgo social -el que le llevó por aclamación al Senado- no parece que tuviera tanto que ver con una empatía con el electorado como con una estrategia y entramado que ahora compromete su futuro político.

Una 'bronca interna', en este caso con un concejal popular de Cistierna -municipio de la Montaña Oriental leonesa-, ha abierto la 'caja de Pandora'. Y de ella han salido audios que comprometen abiertamente al líder local y mensajes de texto que evidencian una trama para entregar votos a Vox en detrimento del propio PP.

De los primeros se deduce que Javier Santiago Vélez urdió una red de contactos que le permitieron 'engordar' el censo de militantes con el fin de fortalecer su candidatura a la presidencia del partido en la provincia de León.

En ellos, entre otras cuestiones, se puede escuchar cómo se formula una pregunta directa al hoy presidente provincial, Javier Santiago Vélez, por parte del entonces cómplice y ahora concejal rebelde.

-«¿Juan (en referencia a Juan Martínez Majo, entonces presidente del Partido Popular en León) sabe algo de esto?» (afiliaciones irregulares para disparar el censo con militantes afines)

La respuesta no deja lugar a la duda.

-«No, no, no, no... obviamente de esto no se puede enterar nadie».

Y el matiz siguiente.

-«El tema es que tiene que ser con total sigilo. En la comarca no se puede enterar nadie más que tú, Paco y Esteban que sois los que lo hacéis».

El escándalo de los audios, sin embargo, solo fue el primer paso en una escalada sin precedentes en la política leonesa. Una escalada que ha removido los cimientos del partido a nivel local y que ahora afecta a toda la estructura provincial y autonómica.

Con las aguas agitadas por las afiliaciones el presidente del PP leonés se ha enfrentado a la publicación de whatsapp personales en los que evidenciaba una trama para derivar el voto del PP a Vox en el 10-N. Entonces él había sido relegado al número 2 de la candidatura para ceder ese lugar preferente al exalcalde de León y exconsejero de la Junta, Antonio Silván, que partía como '1' tras ganar este una dura pugna en los despachos.

A tenor de esos mensajes ahora públicos, Vélez tuteló la recepción de papeletas de Vox en las que solo estaba marcado el único candidato por la formación de extrema derecha, que era Carlos Pollán, hoy presidente de las Cortes. A ella habría sumado la 'x' con su nombre y así, en un proceso que se extendió en centenares de papeletas.

«500 más», «así no te pido casi»... son algunas de las frases entre los interlocutores vía mensaje.

Ese empeño en beneficiar a Vox para laminar al popular Antonio Silván ha retorcido en el seno del PP las tripas políticas del partido. «Es intolerable», «no nos podemos fiar de una persona así», «todos lo sabíamos pero faltaban las pruebas», «no puede estar ni un minuto más»... Son algunas de las frases que en los últimos días se han apuntado en el seno popular.

El presidente del PP leonés, sin embargo, ha negado todo en un comunicado de prensa realizado de forma ajena al partido, pero con sus siglas. Hasta por ahí le ha perseguido la polémica. En ese comunicado Santiago Vélez niega cualquier participación en una trama activa para impulsar el voto a favor de Vox, tal y como se desprenden de los mensajes que él mismo intercambiaba.

«Ante los reiterados ataques personales sufridos estos últimos días mediante la tergiversación y descontextualización del contenido de conversaciones de carácter personal con un exmilitante del PP», el presidente del PP de León, Javier Santiago Vélez, desmiente «que haya alentado el voto a otras formaciones en los procesos electorales del año 2019».

En aquella campaña, recuerda, «en todo momento, se buscó favorecer el apoyo a candidatos del Partido Popular, tanto en las listas del Congreso de los Diputados como en las del Senado, y teniendo en cuenta las particularidades de los sistemas de votación a ambas cámaras».

Unas explicaciones que no convencen ni a la militancia ni a la dirección nacional del partido, donde se acumulan archivos y denuncias para un expediente que, según advierten fuentes populares, «ya está en marcha».

No solo el PP de Mañueco hace gestión de daños en el mapa castellano y leonés. También el PSOE de Luis Tudanca. Sin dejar León, las primarias locales en la ciudad han dibujado una formación partida en dos, en la que el alcalde José Antonio Diez han ganado el pulso al 'aparato' del partido. El censo de militantes daba calambre, con acusaciones de inscripciones de personas en domicilios que funcionaban, a efectos del PSOE leonés, como pisos patera. No cabían más afiliados bajo esos techos.

Ávila es territorio conflictivo para los socialistas. Lo fue en las primarias y lo sigue siendo. El penúltimo episodio se ha vivido en la Diputación días atrás. El portavoz socialista, el histórico Pedro José Muñoz (secretario de Organización del PSOE de Castilla y León en la etapa de Óscar López) presentaba una moción contra la intención de la vicepresidenta Teresa Ribera, de su partido, de impulsar la instalación de placas solares flotantes en los embalses. «A qué cabeza pensante se le ocurrió esta tropelía», se preguntó Muñoz, que defendía el impacto negativo en el turismo y las dificultades que tendrían los medios aéreos en caso de incendio para recoger agua.

Muñoz tiene denunciadas las primarias que ganó en Ávila Jesús Caro, y la dirección provincial ha abierto un expediente a los seis diputados provinciales (de ocho) que no cedieron a la presión y mantuvieron la iniciativa contraria a la medida del Gobierno de la nación.