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E.JIMÉNEZ
Cacabelos
Domingo, 18 de marzo 2018
Los agricultores de la comarca del Bierzo están en pie de guerra. Si el año pasado el principal problema del campo berciano fue la helada y también el granizo, en este 2018 son los conejos los que están causando grandes ... inconvenientes a los agricultores porque se están comiendo las plantas de frutales, las vides de los viñedos en incluso las zarzas.
José Manuel Lobato lo está sufriendo en carne propia. Tiene un total de 15 hectáreas, algunas en propiedad y otras alquiladas a personas mayores que ya no se pueden ocupar de la tierra, y hasta el momento asegura que se han visto afectadas entre 1,5 y 2 hectáreas, sobre todo de viñedos y cerezos. «Tengo 400 árboles y me han comido la mitad, unos 200, y eran cerezos de cinco años, el año que les tocaba empezar, porque el año pasado con la helada tenían que haber dado pero no fue así y este año se los han comido», señala.
Este agricultor lleva trabajando la tierra desde hace veinte años, aunque toda su vida estuvo vinculado al sector porque sus padres ya eran agricultores, y nunca, durante este tiempo, vio algo similar a la actual plaga de conejos. «En otras ocasiones habían hecho algo de daño en algunas zonas muy concretas, pero tanta extensión y tanto daño jamás, ni yo ni generaciones anteriores. Hablas con gente de 80 años y nunca conocieron nada igual», apunta.
Los conejos comenzaron comiendo la hierba, pero esta se acabó, por lo que pasaron a los árboles frutales y a las vides. En los primeros, se comen la corteza hasta dejar secos los árboles y en las segundas las varas y los brotes, por lo que la única solución sería «ponerse a arrancar», con los costes adicionales que eso conllevaría. «Los frutales, arrancar eso tiene un coste porque está con alambres, hay que quitar todo, arar, volver a plantar, esperar cinco años a que entre en producción con los gastos anuales de atar el árbol, sus abonos, sus tratamientos para que no enferme. Los daños empiezan a ser de mucho dinero y muchos años que se tarda en recuperar», afirma José Manuel, que considera que «nadie aguanta sin tener ingresos cinco años, eso es imposible», algo que podría llevar al abandono de las fincas.
Y un abandono supondría que «van a crecer más zarzas, es decir, más refugio para los conejos», lo que, a juicio de este agricultor, sería «la pescadilla que se muerde la cola porque en muchas zonas va a haber mucho abandono y el que intente sobrevivir en las mismas será imposible porque va a haber conejos por todos los lados».
Algunas de las áreas más afectadas en la comarca del Bierzo son Cacabelos, Carracedelo, Toral de los Vados, Villafranca o Camponaraya, lugares en los que la plaga comenzó a ser un gran problema antes de las Navidades, cuando ya se registraron «daños alarmantes». Pero la principal preocupación de los agricultores es que vaya a más y creen que es hacia donde se dirige si no se pone ya una solución. «Nosotros estamos indefensos, no sabemos qué es lo que podemos hacer, la Junta pasa la pelota a los cotos, pero estos no tienen capacidad y además hay muchas zonas, como esta por ejemplo -en Villamartín, en el municipio de Carracedelo-, en las que no se puede cazar, porque está entre carreteras . Entonces ¿de quién es la culpa?», lamenta.
A pesar de todo, José Manuel Lobato, que también es vicepresidente de Asaja Bierzo, cree que los daños que causarán los conejos no serán como los provocados por las heladas del año pasado, «no se puede comparar pero a la finca que le afecte el ataque de estos animales, en esa finca si provocará muchos daños porque no van a sobrevivir los árboles».
La única solución que ven los agricultores de la comarca es que se declare la plaga y para ello seguirán presionando porque «algo hay que hacer». «Tienen que ponerse de acuerdo entre las administraciones, aunque es difícil porque no vemos voluntad. Venimos de unas heladas enormes, aquí los seguros no son viables tal y como están, y los precios tampoco nos acompañan porque aquí no somos grandes propietarios, cada uno tiene una pequeña extensión de tierra y va viviendo y ahora mismo con esta situación la gente que ya estaba dudando acabarán abandonando la tierra», explica.
Pero no solo el Bierzo se está viendo afectada por la sobrepoblación de conejos. Según explica José Manuel Lobato hay zonas de la comunidad que también tienen este problema pero sobre todo con el cereal, «lo que pasa es que es un cultivo anual que pierden ese trozo o esa finca y luego en primavera pueden volver a sembrarla», indica, aunque en la comarca berciana no es así, «aquí son cultivos permanentes y no son para que el año que viene se siembre. Tienes que solicitar el arranque, lo autorizan, arrancas, vuelves a decir que arrancaste, vienen a ver si arrancaste bien, te dan los derechos de plantación. Eso en parcelas pequeñas eso no es viable, por lo tanto, lo que va a pasar es que las fincas van a quedar abandonadas».
En concreto, y según cifras aportadas por la Junta de Castilla y León a la organización agraria Asaja, la problemática de los conejos se está presentando en zonas de proximidad a grandes infraestructuras, como por ejemplo autovías e incluso en áreas por donde transcurre la vía del tren de Alta Velocidad. También habría una zona importante en los núcleos agrícolas próximos a Valladolid y a Palencia. «Si coges la Nacional VI hay plaga de conejos fundamentalmente a ambos lados de la carretera hasta prácticamente San Rafael, y con el tren de Alta Velocidad igual», apostilla José Antonio Turrado, secretario regional de Asaja.
En cuanto a plantaciones, están afectando al viñedo en zonas de las Denominaciones de Origen Bierzo, Rueda, Cigales, Toro y Ribera. En superficie lo más perjudicado es el cereal, aunque el más grave sigue siendo el viñedo porque «es una planta permanente», concluye Turrado.
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