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eduardo mongil
Sábado, 11 de junio 2022, 10:06
La halterofilia es un deporte muy tradicional, quizá de los más antiguos de la historia. Sus orígenes se remontan al lejano oriente, lugar de donde han procedido los grandes dominadores de la disciplina en los Juegos Olímpicos. Sin olvidar, a los países eslavos o a los del Cáucaso. No parece, por tanto, que el Bierzo pueda tener mucho que ver en esto, pero lo tiene. Concretamente el municipio de Camponaraya.
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En esta localidad berciana creció una de las deportistas más importantes de la historia de España, la haltera Lydia Valentín, ganadora de tres medallas olímpicas, una de oro, otra de plata y otra de bronce.
Lydia Valentín nació en el año 1985, y continúa aún en activo con el objetivo de obtener presea en los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París dentro de dos años. La deportista berciana ha sido una auténtica pionera en su deporte, ya que las tres medallas obtenidas por la berciana son las únicas que ha logrado la halterofilia española en toda su historia. Y Camponaraya siempre ha demostrado su cariño y admiración por su paisana.
En el año 2017, el municipio le concedió la primera Medalla de Oro del municipio, y en 2021 le construyeron una estatua en la rotonda de la Cooperativa, una de las entradas al pueblo, y muy cerca del paso del Camino de Santiago que atraviesa Camponaraya.
En el siglo XV: Las localidades bercianas de Campo y Naraya se unificaron legalmente después de siglos de historia como pueblos separados, y tomaron el nombre actual de Camponaraya.
En 1821: Camponaraya pasó a formar parte de la provincia de Villafranca del Bierzo pero con la reforma liberal de 1833 pasó a la provincia de León, en la Región Leonesa.
Los Juegos Olímpicos de 2008: Son los primeros en los que Lydia Valentín obtuvo medalla, de plata, aunque no recibió su presea hasta enero de 2018, después de la descalificación por dopaje de tres de sus competidoras.
La carrera de Lydia Valentín ha estado plagada de giros de tuerca. Su primera medalla, en Pekín 2008, le llegó tras la descalificación por dopaje de tres rivales, al igual que su oro de Londres 2012.
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En Río 2016 pudo subirse por fin al podio olímpico en el momento debido, y en París quizá tenga su última oportunidad de redimirse de una participación en Tokio por debajo de su nivel habitual. Ese será el último reto de una vecina de Camponaraya que supo cambiar la historia y poner a un municipio del Bierzo en el mapa olímpico.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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