El origen de Camponaraya se remonta varios siglos atrás según la documentación histórica, pero si buscamos una figura relevante en el municipio no necesitamos hacer un gran ejercicio de memoria, pues tenemos la suerte de contar con una leyenda viva, que no es otra que Lydia Valentín.
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Lydia se ha encargado de difundir el nombre de Camponaraya y de presumir de sus orígenes en todos los lugares del mundo, y desde el municipio hemos respondido con el mismo orgullo.
Lydia no es solo sinónimo de éxitos deportivos. Nuestra vecina más ilustre se ha convertido en un ejemplo a seguir para todas y todos los jóvenes, pues es la demostración de que con sacrificio los sueños pueden convertirse en realidad. Lydia tuvo que escuchar en sus inicios que la halterofilia era para chicos, pero paso a paso demostró que el deporte no tiene género, y eso se puede extrapolar al resto de facetas para lograr la igualdad.
Además, consideramos que hemos contribuido, aunque sea un poco, a la evolución de Lydia, pues la apuesta desde este pequeño pueblo en instalaciones deportivas ha culminado en la figura que Lydia es hoy.
Por todos estos motivos, el nombre de Lydia Valentín siempre estará ligado al de Camponaraya, y desde el Ayuntamiento nos encargaremos de continuar apoyándola para que ese vínculo tan especial con nuestro pueblo continúe para siempre.
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