El atropello de un comisario cierra un trágico Gran Premio de La Bañeza

El atropello de un comisario del Gran Premio de Velocidad de Motociclismo Ciudad de La Bañeza este domingo 11 de agosto hizo saltar todas las alarmas solo unas horas después de la muerte del piloto Javier Álvarez durante los entrenamientos. El corredor gallego, perteneciente a la categoría de 125, perdió la vida tras salir despedido después de dar una curva y acabar impactando contra un muro, según informa Leonoticias.

A a este suceso le sucedieron varios sustos durante el fin de semana ya que, a pesar de la trágica noticia, el desarrollo de la carrera siguió según lo planeado tras la votación de la organización y los participantes. Esta prueba reúne a miles de personas y cada año registra cifras récord en cuanto a participación.

La carrera, que se desarrolló ya el domingo por la mañana, trajo consigo otro accidente en el que se vio implicado un miembro de la organización. Uno de los comisarios que se encontraban vigilando el circuito atravesó la pista para recolocar las alpacas, un elemento de seguridad de enorme importancia. Un pequeño descuido al cruzar hizo que uno de los pilotos que participaba en ese momento en la prueba acabase arrollándole.

El choque no le produjo daños graves. El comisario fue atendido en el lugar de los hechos y no fue necesario trasladarle a ningún centro sanitario, aunque sí que se decidió parar definitivamente la prueba. «Teníamos suficientes vueltas para elegir al ganador y por ello se colocó la bandera roja», indica el portavoz de la carrera que aseguró, además que el cumplimiento del reglamento se respetó en todo momento y los premios se otorgaron en función a los tiempos de las vueltas registradas hasta el momento de la suspensión.

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