Asturias se fija como prioridad rebajar el coste del peaje del Huerna con León

Los transportistas suelen tener bonificaciones en las tarifas pero, así y todo, en Asturias se consideran precios demasiado elevados, máxime si se tiene en cuenta que el año que viene la autopista podía haber quedado liberada del peaje.

En 2000, el Gobierno de José María Aznar decidió prorrogar la concesión hasta el 17 de octubre de 2050. Desde entonces, las protestas ciudadanas y de la Administración regional son continuas y, aunque el Principado reconoce que es imposible eliminar el pago para transitar por el Huerna, no renuncia a lograr rebajas en el coste de los peajes.

De este modo lo indicó el presidente del Principado, Adrián Barbón, a el diario El Comercio, quien -aunque explicó que «aún no nos hemos sentado a negociar lo que van a ser los nuevos Presupuestos Generales del Estado, que sabemos que van a estar ligados muchísimo a la reconstrucción»- considera que rebajar las tarifas de los peajes «es una de las prioridades y una cuestión de justicia».

Subrayó que «el peaje se nos ha prorrogado hasta 2050 por un Gobierno del señor Aznar y, desde luego, una cuestión de justicia sería incrementar las bonificaciones. Es una de nuestras reivindicaciones y exigencias como Gobierno de Asturias».

Liberalizar la autopista es prácticamente imposible. Aucalsa (Autopista Concesionaria Astur-Leonesa, S. A.) solo ha recuperado un tercio de la inversión realizada en esta vía de alta capacidad. Un informe del Ministerio de Transportes indica que, de una inversión de 564 millones de euros, solo ha amortizado 216, aunque hasta finales de 2018 había logrado una recaudación total de 834 millones. La concesionaria necesita otros 437 millones para saldar el esfuerzo realizado en su momento por los constructores.

El anterior consejero de Infraestructuras del Principado, Fernando Lastra, ya advirtió a finales de 2018 que la supresión del peaje es algo «inviable» e «imposible».

Pero, ¿por qué? El problema es que el rescate de la concesión llevaría consigo el pago a la empresa del lucro cesante, es decir, una compensación por lo que dejaría de recaudar durante el tiempo que perdería la concesión. Eso, según Lastra, supondría un coste que causaría un grave deterioro para las cuentas del Estado.

El entonces consejero fue tajante. Indicó que las posibilidades de rescate eran «ninguna» y que, además, «está muy lejos de nuestras posibilidades».

De momento, lo único que se ha conseguido son bonificaciones para los transportistas y los usuarios más frecuentes. El ministerio paga anualmente a Aucalsa unos 5,7 millones de euros para que se apliquen esas rebajas tarifarias. Desde 2001, Transportes se gastó 81,1 millones en bonificar los peajes del Huerna. El Principado tratará ahora de lograr nuevas rebajas que beneficien a todos los usuarios.