El artista que colocó un pene gigante en León avisa: «Tranquilos, habrá más»

«Lo que he hecho es parte del arte» ha asegurado este leonés que prefiere mantener su nombre en el anonimato por dos cuestiones clave. La primera, debido a que «lo importante es la obra y no el autor» y, la segunda, que prefiere «evitar las posibles multas que se deriven de algunas de las instalaciones».

Defiende, como muchos otros artistas, que el ejercicio artístico conlleva una obligación «de arriesgar» de ir «más allá» a la hora de pensar en una obra. «El arte debe generar debate y debe crear corrientes de opinión», recuerda.

Y ese argumento tiene su propia justificación en las obras que más han salido a la luz urbana. «Cuando pusimos el caganer cerca de San Marcos la gente decía que era una denuncia para dejar ver la mierda de restauración del propio Hostal. Desde luego, esa no era la intención. Y ha ocurrido lo mismo con el pene gigante de la glorieta del Hospital de León. Ha habido personas que lo han visto como un mensaje a los sanitarios en la línea de 'sois la polla' pero nada de eso. Simplemente era una obra», remarca.

Respecto a esta última instalación lamenta que la misma fuera retirada con tanta celeridad, «como si el arte en sí mismo provocara». La obra fue realizada en paja y escayola y para su elaboración se utilizaron materiales de reciclaje durante algunas semanas. Sin embargo, tranquiliza a quienes no pudieron ver la creación: «Habrá más y en otros puntos de la ciudad», sentencia.

Ese provocador pene gigante fue instalado a las seis de la mañana y llevado hasta el lugar en un vehículo pesado. «La gente se quedó sorprendida pero lo retiraron pronto», asegura.

Tampoco tiene claro por dónde irán esas nuevas instalaciones, quizá más provocadoras, o no, pero en todo caso servirán «para agitar a la sociedad en general y a la leonesa en particular». Y siempre, insiste, desde el anonimato.