![Imagen de la Calle Ancha de León capital este miércoles minutos después de las 23:00 horas, límite para el cierre de los establecimientos hosteleros.](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202010/08/media/cortadas/20201007_231333%20(Copiar)-kpT-U1203968875411MD-1968x1216@Leonoticias.jpg)
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La luz se apaga a las 23:00 horas.
Así ha sido este miércoles, primer día de confinamiento perimetral en la ciudad de León por el coronavirus y así se mantendrá, al menos, durante los próximos 13 días.
La primera jornada con 'horario restringido' en la hostelería por el cierre perimetral ha enmudecido a la ciudad y la ha sumido en una sensación similar, por momentos, a la del primer confinamiento.
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Algunos bares han cerrado al límite del margen legal. «Hemos aprovechado aunque tenemos la sensación de que cuanto más tiempo estamos abiertos más dinero podemos perder», confiesa uno de los propietarios-
En la Calle Ancha, un bullicio en cualquier otro día, este miércoles ha primado el silencio. A un lado algunos transeúntes pasean con la mirada perdida y la mano atenta a la correa que le une a sus mascotas, al otro los últimos rezagados que han querido desafiar al reloj como si la crítica hora no ha llegado.
Ni un alma en el Victoria, que ha apurado el cierre, como el Ezequiel, otro clásico de la restauración que mantiene las luces apagadas.
El último cliente entró mucho antes de las diez en el renovado Lumiere. Su luz tampoco brilla y se confunde con las del Hotel París, ahora también cerrado.
La trapa cerrada en los bares de copas, y los cuarterones echados en el Camarote Madrid, donde habitualmente las conversaciones de los clientes se comen a la música de ambiente. El Vía Principalis, La trastienda del 13 o, más al fondo, El Topo no han querido coquetear con el límite horario.
En la calle la gente mira la Catedral de León y algún despistado toma fotografías, las últimas se supone. En silencio, siempre en silencio, porque en este primer día el confinamiento se ha llevado los sonidos de la ciudad.
Brilla con timidez la luz de un León esperanzado con la vuelta a la normalidad, a la 'nueva normalidad', pero no hay ilusión alguna.
- «La calle está triste».
Es la frase que le dice una mujer a su pareja mientras recorren la Plaza de Regla avanzando en su paseo. Solo el silencio les acompaña.
Es el 'día 1' del confinamiento en León capital, 'día 1' dentro de una ciudad con fronteras.
Apuntes
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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