a. cubillas
Jueves, 30 de marzo 2017, 17:28
Denise Pikka era una mujer cauta y precavida. Incluso, en exceso. Así lo ha señalado este jueves, en la Audiencia Provincial de León, Javier Pombo de la Serna, el peregrino que la recomendó desafortunadamente desviarse para visitar la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares. Denise nunca volvería a reincorporarse al Camino de Santiago. Unas falsas flechas la conducirían hasta su verdugo.
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Una relación que surgió el 27 de marzo del 2015, generada, según relató el testigo, por la confianza que la despertó Javier en Denise al realizar el Camino junto a cuatro niños su hija y tres sobrinos- y tener todos ellos un perfecto dominio del inglés, porque Denise, a pesar de su interés e intento de aprender el español, no era capaz de juntar dos palabras.
Tenía una memoria prodigiosa y mostraba mucho interés por conocer el significado de cada palabra, pero no hablaba nada de español, relató Javier, que describió a Denise como una mujer con una memoria prodigiosa, muy ordenada y con muchos recursos.
Era una mujer fantástica. Nos cogimos mucho cariño, apuntó el testigo que compartió el Camino con Denise durante cinco días, hasta el 30 de marzo, cuando se despidieron en León. Allí, Javier le dio un único consejo: visitar la localidad en la que su bisabuela, escritora de profesión, se trasladó a vivir durante unas semanas para escribir el libro La Esfinge maragata.
Denise, llena de «ilusión» por volver a casa
Y ella, que tenía ganas de aprender, de vivir, de sentir, siguió mi consejo..... desafortunadamente, lamentó Pombo, que incidió en que Denise jamás se hubiera desviado del Camino o hubiera entrado en casa de un desconocido para preguntar en caso de pérdida.
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En absoluto. Denise era demasiada desconfiada. Es más, cuando se habló que la habían visto en un coche con unos alemanes mi hija y yo dijimos que no podía ser al menos que la hubiesen metido, apuntó Pombo, que aseguró que Denise no se planteó hacer uso del taxi de mochilas a pesar de estar muy tocada, especialmente en los pies. Para ella era un honor llevar la mochila.
Por último, Pombo relató la ilusión que mostraba Denise por volver a su casa e iniciar una nueva vida. Era una mujer llena de energía que vivía con intensidad el Camino pero que también mostraba mucho interés de volver a Estados Unidos. Vivía con mucha ilusión el presente y el futuro, concluyó el testigo.
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