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Los cuatro acusados, este lunes en la Audiencia Provincial de León.
Los porteadores de la droga se atribuyen la operación desde Galicia y exculpa a la cúpula Larralde

Los porteadores de la droga se atribuyen la operación desde Galicia y exculpa a la cúpula Larralde

La acusada, miembro también del clan, asegura que ni padre ni hijo tuvieron que ver en la operación

a.c.

Lunes, 19 de diciembre 2016, 16:12

La Audiencia Provincial de León ha acogido este lunes la primera sesión de la vista oral en la que se juzgan a tres miembros del clan Larralde y una cuarta personal tras ser supuestamente cazados con un importante alijo de cocaína que transportaban desde Galicia para poner a la venta en el mercado negro de El Bierzo.

Unos hechos que se han atribuido los dos porteadores de la droga, que fueron detenidos en el acceso de Camponaraya el 25 de septiembre de 2015. Concretamente, la única mujer imputada también la única de los cuatro acusados que se encuentra en libertad y miembros del clan Larralde, aseguró ser la autora de la operación de tráfico de drogas.

A preguntas de su defensa, remarcó que ella ideo la compra de la droga, como ya había hecho con anterioridad, contando para ello con un vecino del barrio de La Inmaculada de la capital que se movía en ese ambiente para que la acompañara y al que pagaría con droga.

De ahí que haya advertido de ninguno de los otros dos miembros de su familia, considerados miembros de la cúpula del clan, tenía conocimiento de esta operación, advirtiendo de que de haber sabido jamás se hubieran arrimado a mi.

Con uno de ellos mantenía una relación sentimental extramatrimonial, lo que en un principio le empujó a negar los hechos por temor a que su marido y sus hijas lo descubrieran. Aunque advirtió de que en un principio ya quiso cambiar su primera declaración que declinó aconsejada por su letrado, después de que le denegasen una entrevista con su clienta.

Se me vino todo encima. Había metido en un lio a mis dos familias y encima hay dos personas inocentes. Sobre su encuentro en un bar de carretera en Galicia, lugar donde los agentes iniciaron la operación, la acusada aseguró que había quedado a tomar un café con su primo lejano con el que mantenía una relación que, sin embargo, se enfadó al ver que iba acompañado por el cuarto implicado. Él no sabía nada.

«Mi familia está amenazada»

Y así lo ratificó el mismo. Mantenemos una relación desde hace años y nos habíamos visto la noche antes coincidiendo que estábamos en Galicia (ambos tiene familias). Me dijo de quedar a tomar un café pero tardó mucho y cuando llegaba ya me iba. No me gustó verla con él. Le dije que era tarde y me marché.

Versión que también ratificó su padre, también acusado. Decidió viajar con su hijo a Galicia para visitar a su madre, aunque su hijo no pasó la noche en casa. De regreso le dijo, según su relato, de detenerse porque había quedado a tomar un café. Yo nunca bajé del coche. No vi a nadie. Posteriormente, regresaron a Camponaraya. Fue allí, en la puerta de su hija cuando fueron detenidos.

Durante su declaración, el acusado reconoció que si en un primer momento huyeron fue por temor al desconocer que se trataban agentes ya que iban vestido de paisano. Eran chavales con pistolas en las manos y no sabía qué hacer. Traté de marcha porque hay gente que quiere hacerme daño. Después de mataran a un sobrino, mi familia está amenazada de muerte.

De ahí que negase en reiteradas ocasiones su implicación en ningún entramado de tráfico de drogas. Más aún, después de haber sido condenado con anterioridad a un delito de prisión. No volvería al tráfico de drogas por eso mismo. Para nada.

«Hubiese hecho cualquier cosa por droga»

Por su parte, el cuarto acusado, que viajaba con la mujer en el vehículo en el que se interceptó la droga, aseguró que participó en la operación por ser la única vía para conseguir droga y aseguró que jamás tuvo contacto con padre e hijo. Por aquella época hubiera hecho cualquier cosa para conseguir droga. Me hubiese llevado por delante a cualquiera.

Jornada que continuó con los testificales de los agentes que presenciaron el encuentro de los cuatro acusados en un bar. La actitud vigilante de uno de ellos, su intento de ocultar su identidad y el breve periodo con el que ambos retomaron la marcha hicieron saltar las alarmas que pusieron en marcha un dispositivo que se saldó con su detención ya en Camponaraya.

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