El incendio se originó en la zona de despiece aunque se desconocen las causas

Ante la adversidad, todos a uno. Dirección y plantilla de Embutidos Rodríguez se han apoyado recíprocamente este domingo a las puertas de la factoría de La Bañeza que se ha visto gravemente afectada por el incendio que se desató en la tarde de este sábado.

Una jornada negra, marcada por las preguntas, por la incertidumbre que deja tras de sí un incendio que ha arrasado la sala de despiece, congelado y buena parte del matadero, logrando salvar finalmente las oficinas, los almacenes y los secaderos.

Así lo ha confirmado este domingo Miguel Rodríguez, uno de los propietarios de esta factoría que primeramente quiso mostrar su agradecimiento por las numerosas muestras de apoyo recibido en las últimas doce horas, desde los trabajadores como desde las fuerzas políticas.

Rodríguez asegura que, por el momento, las causas de este incendio que, aunque inicialmente se habló de se pudo originar en el digestor, Rodríguez ha señalado que fueron varios los trabajadores que se encontraban haciendo una reparación en la fábrica los que vieron salir humo de la zona de despiece.

En esta línea, el titular de la fábrica recordó aseguró que aún es pronto para conocer el alcance real de este incendio así como para hacer una evaluación de los daños para posteriormente ver las posibilidades de continuidad de la fábrica. «Primero hay que saber dónde sí o dónde no se puede trabajar para tomar una decisión. Hoy es muy pronto».

Ahora toca mirar hacia adelante para intentar recuperar la actividad en esta factoría páralo que, siguiendo el ejemplo de Campofrío, dirección y plantilla irán de la mano. «Somos todos uno. Aquí estamos todos juntos y vamos a ver qué hacer».

Precisamente, han sido decenas los trabajadores los que desde primera hora de este domingo han regresado a las puertas de la factoría para conocer de cerca las labores de extinción así como los daños ocasionados por las llamas y mostrar apoyo a los propietarios.

Lágrimas y mucha incertidumbre entre los más de 280 trabajadores de los 400 que han visto afectada su zona de trabajo y que ahora temen por su futuro.