La Bañeza decreta tres días de luto por la muerte del empresario leonés Rogelio Fernández y su familia

El Ayuntamiento de La Bañeza, así como el de Jiménez de Jamuz, han decretado tres días de luto oficial tras confirmarse el fallecimiento del empresario leonés Rogelio Fernández, su mujer y sus dos hijas en el accidente de avioneta ocurrido este sábado en un vuelo programado entre entre el aeródromo de Muchamiel (Alicante) y el de Pajares de los Oteros (León).

Tanto Fernández como su esposa, de iniciales M.I.S.C, contaban con unos 50 años de edad; mientras que sus hijas, Y.F.S. y E.F.S., tenían 25 y 22 años, respectivamente.

El drama por la muerte de Rogelio Fernández ha ido así más lejos de lo inicialmente previsto. Los especialistas en rescates rubricaron el peor presagio del entorno familiar desde donde se temía la fatal noticia tras el accidente de avión ocurrido al chocar contra una montaña en el vuelo de regreso.

El accidente aéreo, que pudo producirse por el impacto de un buitre sobre el morro del aparato según los primeros datos de la investigación, se produjo sobre las 16:51 horas del sábado, a la altura del kilómetro 43 de la carretera autonómica CM-2105, según confirmaron los equipos de Emergencias.

Ha sido la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha quien confirmó el domingo el fallecimiento de los cuatro ocupantes de la avioneta, al mismo tiempo que ha advertido que la causa probable fue el impacto de un ave (un buitre) sobre el morro de la avioneta, si bien aún deben concretarse en la investigación todos los detalles.

La zona en la que la avioneta se ha accidentado es de media montaña y es la Guardia Civil quien investiga los motivos que han llevado a que el avión se estrellara contra la ladera de una montaña.

Tras conocer el accidente hasta el lugar se desplazó un operativo que estaba integrado por agentes de la Policía Nacional y Local y de la Guardia Civil, además de Bomberos de Cuenca y un helicóptero sanitario.

El alcalde de la localidad de Pajares de los Oteros, Julio César Fernández, ha confirmado el fallecimiento y ha asegurado que se trata de un «mazazo». Rogelio Fernández, ha recordado el alcalde, era un piloto «con gran experiencia» y que volaba de forma habitual por motivos empresariales.

Salieron de León

Rogelio Fernández había partido precisamente del Aeródromo de Pajares de los Oteros a las 12:00 horas de este sábado junto al resto de su familia.

Según han confirmado fuentes de su entorno la carta de vuelo contaba con un desplazamiento a Alicante con cuatro personas en la avioneta de su propiedad y que está habilitada para ocho plazas (cuatro según otros testimonios).

El destino del vuelo era Alicante, donde el empresario tenía previsto adquirir un nuevo vehículo familiar.

Según había advertido el propio Rogelio Fernández él pretendía regresar a León en avioneta junto con una de sus hijas mientras que su mujer tenía previsto regresar junto a otra de las hijas en el vehículo que en esta jornada iban a comprar.

Sin embargo esos planes por motivos que aún se desconocen variaron en el último instante y finalmente fueron todos los componentes de la familia quienes decidieron regresar a León en la avioneta. La carta de navegación fijaba en cuatro los pasajeros por lo que en la zona se procedió a desplegar un amplio operativo de búsqueda hasta localizar los cuerpos de las víctimas.

La Guardia Civil también ha localizado el vehículo en el que tenían que regresar la mujer y la hija del empresario. El coche ha sido encontrado en el aparcamiento del aeropuerto de Alicante, extremo que confirma que toda la familia viajaba en el avión.

La 'Ciudad del Aire', el sueño de Rogelio

La 'Ciudad del Aire', el proyecto de Pajares de los Oteros, era el sueño cumplido de Rogelio Fernández. Una realidad creada desde la ilusión de dos apasionados del mundo de la aviación, y un proyecto de presente llamado a convertirse en referente y eje económico de cara al futuro.

Situado a 45 kilómetros de la capital, en la localidad de Pajares, este aeródromo es el resultado de casi tres millones de euros de inversión asumidos a título personal por los empresarios Rogelio Álvarez y Santiago Rodríguez.

Suya fue la idea de poner en marcha lo que inicialmente sería un pequeño aeródromo local para uso privado finalmente convertido en un gran aeródromo con una pista de asfalto de 1.200 metros, torre de control, cuatro hangares y aparcamiento para 300 vehículos.

Pero esta ciudad del Aire no ha querido quedarse ahí y en su puesta de largo estrenó aulas de formación con capacidad para 120 alumnos y una zona para investigación y el desarrollo, siempre con una mirada especial hacia el mundo de los drones.