Leonoticias. com
Lunes, 14 de septiembre 2015, 22:58
Miguel Ángel M. B. fue el asesino de Denise Pikka Thieme. Así lo ha reconocido durante la segunda declaración que ha prestado en los juzgado de Astorga, donde han decretado su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por un delito de homicida.
Publicidad
No así en la primera. Durante su declaración de la mañana, Miguel Ángel reconoció saber dónde estaba el cadáver de la peregrina pero no haberla matado, negado la versión durante su detención en Asturias.
El imputado aseguró que tiempo atrás se encontró con los restos mortales de una persona a los que se acercó alertado por el olor que desprendían.
Según han informado desde la investigación, el detenido ha afirmado que «no quería líos» y que decidió no informar a la Policía del hallazgo del cadáver porque se llevaba mal con sus vecinos y temía que estos le acusaran del haberla matado.
Es más, las mismas fuentes han precisado que esa fue su única declaración sin que, por tanto, se declarase autor del crimen que se le imputa. De hecho, añaden que el hombre se negó a declarar ante los agentes, haciendo uso de su derecho a permanecer en silencio. Tan sólo les comentó que se encontró los restos y les precisó el lugar, una finca cercana a la suya en Astorga.
Una práctica que se repite en casos similares ya que el detenido, según apuntan fuentes policiales confiesa los hechos inicialmente al verse sometido a importantes niveles de presión y al sentirse acorralado por los agentes.
Publicidad
Tras ser detenido, Miguel Ángel se derrumbó y confesó que no quería haber matado a Denise pero que acabó con su vida tras varios golpes, para posteriormente llevar a los agentes hasta el lugar donde se encontraba el cadáver.
Confesión del crimen
Sin embargo, unas horas después, Miguel Ángel pedía volver a declarar. Y lo hacía en esta ocasión para reconocer que había sido el autor del crimen de Denise. Hechos que retractaría en una tercera declaración ante la juez que el imputado volvió a solicitar.
Publicidad
La juez ha justificado la medida de prisión provisional por la necesidad de asegurar la presencia del imputado en el proceso, «al apreciarse racionalmente un riesgo de fuego , atendiendo a la naturaleza de los hechos y la gravedad de la infracción penal que se le imputa y la pena que pudiera corresponder».
La prisión cumple, según la juez, la finalidad de evitar que trate de destruir pruebas y cometa hechos análogos, si se tiene en cuenta que ya había protagonizado presuntados ataques a otras víctimas con anterioridad, aunque sin el falta desenlace acaecido en el presente«.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.