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J. J. Porras
Lunes, 9 de junio 2014, 20:32
La Audiencia Provincial de León inició este lunes la vista oral del conocido crimen de las maletas por el que el ahora imputado, el ciudadano portugués Manuel Do Santos -autor confeso de los hechos-, causó la muerte de su compañera sentimental Rosa del Mar Jiménez el 17 de noviembre de 2012 en localidad de Bembibre, tras lo cual se fumó unos cigarros y descuartizó el cadáver, introduciéndolo posteriormente en dos maletas. Unos hechos que el acusado reconoció ayer en su declaración ante el juez pero que apuntó cometer bajo los efectos del alcohol.
Un crimen que causó una gran conmoción en toda la provincia leonesa por lo truculento del suceso y que un jurado popular se encarga de juzgar. En el primer día de la vista la Fiscalía, las dos acusaciones particulares la asociación Clara Campoamor y la representada por la hermana de la víctima- y la defensa de Manuel Do Santos no llegaron a un acuerdo por diferir del tipo de delito y, por lo tanto, de pena.
En las conclusiones provisionales la Fiscalía y las acusaciones particulares solicitaron la condena por un asesinato con alevosía con el agravante de parentesco sentimental, aunque no se pusieron de acuerdo con la petición de condena, 18 años solicitados por la Fiscalía al tener en cuenta del atenuante de la confesión y su entrega voluntaria a la Policía. Además de solicitar el pago por parte del acusado de una indemnización de 80.000 euros para cada uno de los cinco hijos de la víctima.
Una pena que las acusaciones particulares elevaron hasta 20 años más, a que la letrada de la hermana de Rosa del Mar Jiménez sumó cinco meses a mayores por un delito de profanación de cadáver.
Por su parte, la defensa que pedía la libre absolución cambió su conclusión inicial reconociendo un delito de homicidio y no de asesinato con alevosía con penas menores de entre 10 y 15 años- con los atenuantes de arrebato, embriaguez y colaboración con la Justicia.
Los hechos
Durante las conclusiones provisionales la Fiscalía relató que los hechos se produjeron en un antiguo cargadero de carbón abandonado de Bembibre donde víctima y agresor, que subsistían de la mendicidad, convivían manteniendo una relación sentimental que duraba ya más de dos años.
La fiscal afirmó, tomando como referencia la confesión de Manuel D.A.M, que los hechos se iniciaron tras iniciarse una discusión entre la pareja al comunicar el acusado a su víctima que al día siguiente no iría a mendigar. Momento en el que se inició una fuerte disputa en la que el imputado intentó marcharse del lugar con la oposición de su pareja momento en el que se produjo la agresión en la sala que hacía de cocina con una primera puñalada en el cuello, que seccionó la yugular de Rosa del Mar Jiménez y que fue según el informe forense- la causa de la muerte. Una agresión que continuó con otra cuchillada en el abdomen.
Una agresión calificada por el escrito de la Fiscalía como sorpresiva e imprevista en el que la víctima no tuvo la menor oportunidad en defenderse. Hecho en el que las acusaciones se basan para solicitar la condena por asesinato con alevosía ya que descartan que el acusado estuviera bajo los efectos del alcohol.
Tras el crimen, Manuel D.AM se fumo uno o dos cigarros y espero a que el cuerpo se desangrara, tras lo cual procedió al descuartizamiento del cuerpo con un hacha, introduciendo los miembros y la cabeza en una maleta y el tronco, envuelto en una manta sujeta por alambres, en otra.
Una vez descuartizado el cuerpo limpio a conciencia el lugar con trapos y lejía quemando posteriormente en una hoguera en el exterior del edificio las ropas de la víctima, las suyas propias, el colchón, así como todos los elementos utilizados para limpiar la escena del crimen. Tras introducir las maletas en el edificio abandonado y cerrar una de las estancias con candado, el acusado huyó hacia Orense para entregarse voluntariamente y confesar los hechos en una comisaría de la Policía Nacional en la ciudad de La Coruña tres días después del suceso.
Incongruencias
Durante el día de ayer también se produjo la declaración del acusado, en la que se produjeron varias incongruencias respecto a su declaración previa y reconstrucción de los hechos ante la Guardia Civil. Entre ellas y la más importante la afirmación del acusado de que había bebido varios litros de vino y que se encontraba bajo los efectos del alcohol en el momento de la agresión.
Una declaración confusa y dubitativa de un cabizbajo Manuel Do Santos que no aclaró muchos de los momentos del crimen, llegando a afirmar que no se acordaba de muchos detalles por su ingesta de vino pero que él sólo asestó una puñalada a su pareja en el abdomen y que cuando cayó al suelo el cuchillo se clavó en el cuello. Una embriaguez que, a juicio de la Fiscalía, no existía a tenor de las acciones que protagonizó el acusado a fin de encubrir el crimen.
Por su parte, el abogado defensor recalcó que el acusado tendrá que pagar por su delito, reconociendo el hecho criminal pero pidiendo que se tuvieran en cuenta varios atenuantes entre los que destaca el abuso del alcohol.
Las declaraciones prosiguieron con la intervención de miembros de las Fuerzas del Orden que participaron en la investigación y que corroboraron la confesión inicial de Manuel D.A.M. El juicio continuará hoy con la declaración de nuevos testigos y la presentación de las pruebas periciales, entre ellas la reconstrucción de los hechos en caso de que fuera necesario.
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