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Iñigo Gurruchaga
Londres
Martes, 26 de marzo 2019
Diputados conservadores y laboristas han acordado con el presidente de la Cámara de los Comunes el procedimiento de debate y votación de diferentes alternativas para resolver la crisis política de Reino Unido en torno al 'brexit'. Serán elegidas por el presidente y sometidas a ... una votación en una lista única estemiércoles, y el lunes se escogerá la más votada.
El Institute of Government, un grupo de estudios, considera que en las últimas semanas se ha argumentado en el Parlamento en favor de siete opciones: el Acuerdo de Salida pactado en noviembre por el Gobierno y el Consejo Europeo, la marcha sin acuerdo, el establecimiento de una unión aduanera permanente, permanecer en el mercado común, un tratado comercial como el del firmado por la UE y Canadá, la convocatoria de un segundo referéndum y la revocación del 'brexit'.
La mayoría en la Cámara de los Comunes, 308 votos contra 297, aprobó en la noche del lunes una propuesta de diputados de varios partidos para arrebatar al Gobierno el control de la agenda parlamentaria. Si tienen éxito en la selección de una opción popular, los promotores creen que la negociación de esa propuesta justificaría la demanda a Bruselas de una prórroga más larga del 'brexit'. Aunque la mayoría de las opciones son sobre la relación futura, afectarían a la salvaguarda irlandesa.
Arrebatar el control de la agenda parlamentaria al Gobierno es un acto dramático porque el principio de que el Ejecutivo tiene precedencia para fijarla se estableció en el final del siglo XX por el Gobierno liberal de William Gladstone, que así sorteó tácticas de obstrucción de la actividad legislativa desplegadas en los debates sobre el autogobierno irlandés.
El Gobierno mantiene la competencia exclusiva de negociar con Bruselas y la primera ministra ha adelantado que no está obligada a ejecutar el resultado de la votación, si realmente da una opción con mayoría. Los amotinados podrían dictar obediencia al Ejecutivo con una nueva ley, pero parece improbable que se llegue a tal choque constitucional.
El 'brexiter', Bill Cash, ha abierto un pleito constitucional al enviar a May, con otros dos colegas, una documento en el que le advierten de que su decisión de aceptar el nuevo calendario del 'brexit' con Bruselas para anular la fecha del 29 de marzo en la ley británica de Salida de la UE es un uso ilegal de sus poderes y que la ley secundaria que se ha introducido para cambiar la fecha también es ilegal.
El descarte de la marcha sin acuerdo, salvo que el Parlamento, tras rechazarlo dos veces, vote ahora por el 'no deal', y el avance de los rebeldes- fundamentalmente opuestos a una salida abrupta pero cuyo triunfo desembocaría con gran probabilidad a un 'brexit' más suave- ha agitado a los 'brexiters', con algunas figuras, como Jacob Rees-Mogg, afirmando que podrían votar por el Acuerdo de Salida.
El grupo parlamentario conservador se reúne este miércoles y Theresa May tiene ahí la última oportunidad quizás de convencer a los suyos de que deben votar por ese Acuerdo. Perdió la primera votación por una diferencia de 230 escaños, la segunda por 149. Ha descartado por el momento una tercera votación, porque sabe que ahora no tendría mayoría. El ministro Michael Gove habría sugerido que se convoque el viernes, el 29 de marzo.
Un sondeo que mide regularmente las actitudes sociales de los británicos dio en febrero que el 55% votaría ahora por la permanencia y el 37% por la marcha. Es la diferencia más amplia registrada en la serie, que registraba márgenes de un dígito hasta junio de 2018, cuando pasó a 16 puntos. Son ahora 18. Los autores «dudan de que marcharse de la UE siga realmente siendo la opinión de la mayoría de los británicos».
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