Alemania registra un nuevo brote masivo en un edificio de viviendas

«La medida carece de alternativa para evitar nuevas infecciones dado que el número de personas de contacto dentro del edificio es muy elevada», dijo Petra Broistedt, concejal de Asuntos Sociales de la ciudad. Las autoridades locales han instalado una unidad móvil informativa a la entrada del edificio para asesorar a sus habitantes en la que trabaja también un intérprete, dado que un elevado número de residentes son de origen rumano y en muchos casos no dominan el idioma alemán. Broistedt señaló que las autoridades locales se encargarán del abastecimiento de las 700 personas, «para lo que trabajamos con los bomberos, policía y otros organismo municipales. Se trata además del segundo brote masivo que se registra en Gotinga en un mes. A finales de mayo las autoridades locales ordenaron el confinamiento de los habitantes de un complejo de tres grandes edificios con unas 400 viviendas en el que se registraron también más de un centenar de contagios tras la celebración de varias fiestas familiares cruzadas.

Los confinamientos ordenados en Gotinga son similares al dictado hace unos días en siete bloques de edificios con unas 370 viviendas en el popular barrio berlinés de Neukölln tras registrarse más de 70 infecciones de Covid-19 entre sus habitantes. Martin Hikel, alcalde de ese distrito de la capital alemana atribuyó el brote al relajo de la población y el abandono de la disciplina para mantener las normas básicas de higiene y distancia física entre las personas con el fin de evitar contagios. En cuarentena se encuentran también los 7.000 empleados del gran matadero y fábrica para el procesamiento de carne de la firma Tönnies en la localidad de Gütersloh, en su mayoría matarifes y carniceros de países del este contratados a través de empresas subsidiarias y que residen en condiciones de hacinamiento y escasa higiene en viviendas y barracones compartidos. Tras registrarse más de 650 infecciones entre los operarios, las autoridades del distrito de Gütersloh ordenaron la clausura de la fábrica, pero también de todos los colegios y guarderías de la localidad de manera preventiva, lo que ha provocado la irritación de la población.

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Entre tanto, el brote en la empresa Tönnies ha conducido a una guerra abierta entre sus dos únicos propietarios: Clemens Tönnies y su sobrino Robert Tönnies. El segundo ha acusado por escrito al primero y la dirección de la empresa de gestionar los mataderos y fábricas de procesamiento de carne de manera irresponsable y de amenazar el futuro de la firma y la seguridad de la población. El hijo del fundador de la empresa Bernd Tönnies acusa a los consejos de administración y control de incumplir desde 2017 las directrices para acabar con el sistema de subcontratas de trabajadores mal remunerados procedentes del este europeo y de ignorar sistemáticamente sus denuncias al respecto.