Regresa a Italia el niño de 11 años al que su madre se llevó a Siria en 2014 para unirse al Estado Islámico

«Mi hijo nació en Italia y sabe cómo es la vida allí. Nos sé cómo ha hecho para vivir aquí, no sé cómo pueden vivir así estas mujeres y niños», comentaba entre lágrimas el padre, llamado Afrim. Aquellas imágenes debieron de conmover a las autoridades italianas, que se han movilizado para que el crío regresara a su pueblo, situado cerca de Lecco, en el norte del país. Y eso que el pequeño no tiene la nacionalidad, pues Roma sólo la concede a los extranjeros cuando cumplen los 18 años de vida aunque hayan nacido en su territorio.

El retorno a Italia de Alvin, que tiene dañado un pie debido al bombardeo en que falleció su madre, ha sido posible gracias a una compleja operación en la que participaron la Cruz Roja y la Media Luna Roja y que obligó a abrir un corredor humanitario para que el niño pasara de la zona de Siria controlada por los kurdos a la que está en manos del régimen de Damasco. De allí fue trasladado al Líbano, donde estaba previsto que tomara un avión a Roma. Pese a la pérdida de la madre y el trauma sufrido por los horrores de estos últimos cinco años, Alvin es sin duda un afortunado. En el campamento de Al Hol quedan unas 70.000 personas, unas 40.000 de las cuales son menores de edad. Muchos de ellos son hijos de los combatientes del Estado Islámico.