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COLPISA / AGENCIAS
Viernes, 16 de septiembre 2016, 11:20
El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha asegurado que su Gobierno no cooperará militarmente con Rusia hasta que la ayuda humanitaria comience a fluir en Siria, porque ese es un punto clave del acuerdo que ambas potencias alcanzaron hace una semana para un alto el fuego en el país.
En una conversación telefónica con el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, Kerry "dejó claro que Estados Unidos no establecerá el centro de implementación conjunta con Rusia" de ataques contra el Daesh y Al Nusra "a no ser y hasta que se cumplan los términos acordados de acceso humanitario", ha indicado el Departamento de Estado en un comunicado.
La advertencia de Kerry vuelve a poner de manifiesto que las diferencias persisten entre EE UU y Rusia pese al acuerdo que dio paso al alto el fuego. Moscú se ha mostrado hoy dispuesta a prolongar otras 72 horas esa tregua, pero ha instado a EE UU a presionar a los grupos opositores que violan continuamente el cese de hostilidades, aduciendo que la situación puede irse de las manos. "Estamos dispuestos a prolongar otras 72 horas el cese de las hostilidades. Pero esperamos de EE UU medidas firmes sobre los grupos armados bajo su control", ha señalado el general Víctor Poznijir, subjefe del departamento de operaciones del Estado Mayor ruso, a medios locales. El general ruso ha subrayado que el objetivo es que esos grupos opositores "cumplan de manera estricta el acuerdo del 9 de septiembre". "En el peor de los casos, la situación puede irse de las manos", ha avisado.
Estados Unidos está desplegando decenas de Fuerzas de Operaciones Especiales en Siria para apoyar los esfuerzos de Turquía y los rebeldes sirios en la lucha contra el grupo terrorista Daesh.
"En acuerdo a una petición turca, se aprobaron Fuerzas de Operaciones Especiales para acompañar a fuerzas turcas de la oposición siria avaladas" en su lucha contra el Daesh, ha manifestado un portavoz del Pentágono.
Un pequeño número de efectivos estadounidenses han entrado este viernes en la localidad siria de Al Rai, cerca de la frontera con Turquía, pero han tenido que retirarse poco después por el rechazo social, según ha contado una fuente rebelde.
De acuerdo con esta fuente, entre cinco y seis militares estadounidenses han llegado a Al Rai como parte de la 'Operación Escudo del Éufrates', lanzada el pasado mes de agosto por Turquía para, entre otras cosas, expulsar a los terroristas de la frontera. Sin embargo, no han encontrado un buen recibimiento. Un vídeo que circula por internet muestra a combatientes rebeldes entonando cánticos contra EE UU y amenazando con acciones violentas, por lo que los militares norteamericanos han decidido replegarse.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres pero una amplia red de informantes sobre el terreno, ha confirmado los hechos y ha aclarado que, si bien han tenido que salir de Al Rai, aún siguen en suelo sirio.
Poznijir ha remarcado que "la parte rusa, pese a las numerosas violaciones y la falta de progreso en la separación del Frente Al Nusra de la oposición moderada hace todo lo posible para cumplir los acuerdos alcanzados en Ginebra" con EE UU. El ministro de Exteriores ruso ha subrayado que la separación de esos grupos armados es "prioritaria" en las relaciones con EE UU. Por ello, ha denunciado en conversación telefónica con su homólogo estadounidense que la lista de grupos que se han comprometido con Washington para respetar la tregua incluye a varias organizaciones "abiertamente terroristas".
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado que Moscú está dispuesto a ejercer su influencia sobre el régimen del presidente sirio, Bachar el-Asad, para que cumpla con el acuerdo de alto el fuego. "Esperamos que los colegas estadounidenses hagan lo mismo", ha añadido.
Rusia mantiene que el Ejército sirio es el único actor del conflicto que está cumpliendo a rajatabla el alto el fuego. "En caso de que los terroristas intenten atacar a las tropas sirias, éstas tiene derecho a adoptar medidas de respuesta", ha agregado Porznijir.
Bloqueo de la ayuda humanitaria
Mientras tanto, camiones llenos de ayuda humanitaria para los habitantes de la ciudad siria de Alepo siguen bloqueados en la frontera turca, al tiempo que aumenta la tensión en el país en guerra con nuevos combates. En la periferia este de Damasco se han producido este viernes fuertes combates entre el régimen y los rebeldes, la violación más grave del cese de hostilidades desde que entró en vigor el lunes, aunque el nivel de violencia ha bajado notablemente en los distintos frentes de batalla.
La tregua de 48 horas, renovada una primera vez el miércoles, debería ser ampliada este viernes por la tarde por Estados Unidos y Rusia. El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunirá durante el día con su equipo de seguridad nacional, entre ellos, el secretario de Estado, John Kerry, y de Defensa, Ashton Carter, para discutir sobre este acuerdo que pretende favorecer una solución para el complejo conflicto sirio, que desde 2011 ha dejado más de 300.000 muertos.
El acuerdo prevé asimismo la entrega de ayuda humanitaria y la desmilitarización de la vía Castello a Alepo para acceder a la población sitiada en esta ciudad, donde tiene lugar una de las batallas estratégicas de esta guerra. Naciones Unidas esperaba poder introducir el viernes 40 camiones en los barrios sitiados por el régimen, lo que permitiría alimentar a unas 80.000 personas durante un mes.
Pero a falta de garantías de seguridad, la asistencia humanitaria estaba bloqueada en la frontera turco-siria y la impaciencia va en aumento entre los 250.000 habitantes del sector rebelde en el este de Alepo. "El desafío al que seguimos enfrentándonos - y se trata de una triste realidad- es asegurar que todas las partes del conflicto y aquellos que tienen influencia en ellas se pongan de acuerdo", ha declarado David Swanson, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). "Para nuestro personal humanitario es terriblemente frustrante. Estamos ahí, en el terreno, estamos preparados para movernos", para entregar la ayuda, se ha lamentado.
La carretera de Castello que conduce a la zona rebelde de Alepo, según el acuerdo debía ser desmilitarizada para permitir la entrada de los convoyes de ayuda, pero por el momento no se había registrado ningún movimiento, según un corresponsal de la AFP en el terreno. El jueves, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) aseguró que las tropas del régimen seguían desplegadas en esta carretera mientras Rusia, que apoya a Damasco, sostuvo que habían comenzado a retirarse.
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