![Los dirigente europeos se revuelven ante el riesgo de una negociación de paz «injusta» para Ucrania](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2025/02/13/pentagono2-k4H-U230847048681vPD-1200x840@RC.jpg)
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La llamada telefónica del presidente Donald Trump con Vladímir Putin y el anuncio ayer por parte de Washington de que las negociaciones de paz en ... Ucrania son «inminentes», han provocado un terremoto político en Europa. Y es que la UE, uno de los mayores aliados de Kiev en apoyo financiero y militar desde el inicio de la guerra, teme quedarse fuera de la mesa de negociación y ha afeado al magnate norteamericano que haga concesiones a Rusia incluso antes de comenzar el diálogo entre Kiev y Moscú.
La mecha la encendió el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, el miércoles, en el grupo de contacto de la OTAN para el apoyo a Ucrania, en Bruselas, al asegurar que «no es realista» pensar que Ucrania recuperará la península de Crimea, ni que pueda ingresar en la Alianza Atlántica tras un futuro acuerdo de paz. Ayer, Trump volvió a subrayar que confía en el compromiso de Putin para un cese definitivo de las hostilidades. «Creo que me lo habría dicho si no fuese así», afirmó frente a los periodistas. Y añadió que Rusia debería ser readmitida en el G7. «Me encantaría que volviese», afirmó.
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Como respuesta a esta coyuntura, el Ministerio de Exteriores de Ucrania emitió un comunicado junto a España, Italia, Francia, Alemania, Polonia, el Reino Unido y la Comisión Europea en el que subrayan que «Ucrania y Europa deben ser parte de cualquier negociación» y que el país debe recibir «fuertes garantías» para una paz «justa y duradera», que refuerce la seguridad trasatlántica. «La seguridad del continente europeo es nuestra responsabilidad común», recalcan.
La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, incidió en esa idea a su llegada a la reunión de ministros de Defensa de la OTAN: «No debemos quitar nada de encima de la mesa antes incluso del inicio de las negociaciones», replicó en referencia a las declaraciones del secretario de Estado norteamericano sobre descartar el ingreso de Ucrania en la Alianza.
Y es que las capitales europeas temen la urgencia de Washington por cerrar el conflicto, que ha provocado un importante desgaste de las arcas públicas europeas, con apoyo económico, militar y para la reconstrucción de Ucrania; y también las posibles intenciones de Trump de que Europa afronte en solitario la carga económica de la reconstrucción de Ucrania y las garantías de seguridad frente a Rusia.
El secretario de Estado norteamericano se defendió ayer asegurando que el plan de Trump para la paz «no es una traición a Ucrania», que «no hay concesiones a Putin» y que la renuncia de Crimea y a la adhesión de Kiev a la Alianza «sólo responde a una visión realista de las negociaciones». El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quitó hierro a estas declaraciones, apuntando que todos los aliados quieren la paz «más pronto que tarde» y que lo prioritario es mantener el apoyo a Kiev para que tenga «una posición de fuerza en las negociaciones». Destacó, igualmente, la necesidad de que Ucrania esté en la mesa de negociación, pero evitó pronunciarse sobre el ingreso del país en la OTAN. «Tenemos que concentrarnos en los grandes temas», zanjó, al tiempo que insistió en la importancia de que Occidente dé una imagen de «unidad» ante Moscú.
Quienes sí se pronunciaron sobre el plan de Trump para la paz fueron varios de los ministros de Defensa de los países aliados europeos. La ministra española de esa cartera, Margarita Robles, destacó la «voluntad» de impulsar la negociación por parte de Washington y defendió que «la OTAN y la UE tienen que tener un papel importante» en el diálogo con Rusia.
El titular de Defensa sueco, Pal Jonson, señaló que «lo natural» es que Europa esté presente en la mesa de negociación, una idea que también secundó su homólogo estonio, Hanno Pevkur. «Eso es algo incuestionable», dijo.
La ministra lituana, Dovile Sakaliene, advirtió de que pensar que Putin y Trump resolverán la seguridad de los aliados europeos «es una trama mortal». Pero, sin duda, el más contundente fue el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, quien tachó de «lamentable» que Donald Trump haya hecho «concesiones» a Rusia antes incluso de comenzar las negociaciones. Mientras, desde Moscú reclaman que la reunión entre Putin y Trump tenga lugar «lo antes posible», sin mención ninguna a Ucrania o a su dirigente Volodímir Zelenski.
En cualquier caso, Kallas advirtió de que «cualquier acuerdo que se haga a espaldas de Europa no funcionará, porque somos los europeos los que tendremos que implementarlo», y añadió que si «los ucranianos se resisten al acuerdo, nosotros les apoyaremos». Porque, sin duda, esa es otra opción: que Kiev decida continuar luchando con todo en su contra.
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