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Tras las dos piedras en las que tropezó la humanidad durante el pasado siglo, cada vez se habla más de la tercera, de la III Guerra Mundial. El intercambio de misiles entre Ucrania -facilitados por EE UU y Reino Unido- y Rusia ha disparado la ... tensión en este conflicto que comenzó en 2022 cuando la tropas del Kremlin iniciaron su invasión. Ante el riesgo de que la contienda ingrese en una fase aún más peligrosa, el Gobierno de Kiev ha solicitado una reunión de urgencia de la OTAN el martes en Bruselas para analizar las consecuencias del lanzamiento por parte del Kremlin de un nuevo misil balístico hipersónico de medio alcance sobre la ciudad de Dnipró.
Con ese cohete -puede llevar cabezas nucleares y llegar a las principales capitales europeas-, el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó también un mensaje de amenaza con «visos de guerra mundial» dirigido a EE UU y Europa, los aliados de Ucrania. En la cita del martes con la Alianza Atlántica, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, planteará la cuestión de «limitar» la capacidad de Rusia para producir estas armas.
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A menos de dos meses de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la escalada bélica se ha acelerado con la entrada en juego de este misil hasta ahora desconocido. El aún presidente norteamericano, Joe Biden, sorprendió el pasado día 19 al autorizar a Ucrania a utilizar proyectiles ATACMS estadounidenses en suelo ruso. También Reino Unido dio el visto bueno a Kiev para que recurriera a sus misiles 'Storm Shadow' para atacar objetivos en Rusia. Putin reaccionó el jueves con un misil balístico experimental, el 'Oreshnik', que cayó sobre Dnipró (Ucrania) y que tiene capacidad para ir mucho más allá: hasta 5.500 kilómetros de distancia; hasta cualquier ciudad de Europa occidental y de la costa este norteamericana. El líder ruso declaró que ya no descarta golpear a las potencias que suministran armas a Ucrania.
El miedo a una ofensiva de gran escala de Moscú aumenta por momentos. El Parlamento de Kiev canceló este viernes su sesión debido al «creciente riesgo» de un ataque ruso con misiles sobre los edificios gubernamentales. El presidente del país, Volodímir Zelenski, calificó a Putin como «vecino enloquecido» por recurrir a un misil balístico hipersónico. «Usa a nuestro país como terreno de ensayo», apuntó en un claro aviso a la Unión Europea. El dirigente ucraniano lamenta que Occidente no haya adoptado una «reacción contundente» tras el recurso de Putin a armas de destrucción de un mayor alcance que las empleadas hasta ahora. «Debemos reaccionar. Debemos presionar. Debemos empujar a Rusia hacia una paz real, que sólo es posible mediante la fuerza», insiste Zelenski.
Según Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, Rusia avisó a Washington con treinta minutos de antelación del lanzamiento del misil 'Oreshnik'. Putin argumentó así el ataque: «Desde el momento en que se dispararon esos misiles (de EE UU y Reino Unido) contra nuestro país, y como habíamos indicado en reiteradas ocasiones, el conflicto provocado por Occidente en Ucrania adquirió elementos de carácter mundial». Palabras mayores. «No tenemos ninguna duda de que la Casa Blanca ha entendido el mensaje», subrayó Peskov.
La Administración Biden acusa a Moscú de emplear «una retórica irresponsable» y de ser el responsable de «la escalada». La portavoz de la OTAN, Farah Dakhlallah, insistió en que el paso bélico dado por Rusia «no cambiará el curso del conflicto ni disuadirá a los aliados de la Alianza de apoyar a Ucrania». Y el ministro francés de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, exigió al Kremlin que «reconsidere» la intervención de soldados norcoreanos en el frente ucraniano.
Corea del Norte ha puesto a disposición de Rusia 11.000 militares. Ese fue el detonante para que EE UU autorizara el empleo por parte de Ucrania de misiles ATACMS, que tienen un alcance de 300 kilómetros, en territorio ruso. El líder norcoreano, Kim Jong-un, achaca a los norteamericanos ser los responsables de crear el escenario «más caótico y violento desde la Segunda Guerra Mundial» por su política expansionista en el Pacífico. «Con sus actos de provocación -advirtió- podría llevar a las partes a una guerra nuclear». De nuevo, referencias a la tercera piedra en la que tropezar. Rusia, a cambio del apoyo militar, suministra a Corea del Norte armas y petróleo, algo que viola las sanciones internacionales.
China, que mantiene buenas relaciones con Moscú, ha pedido moderación tanto a Rusia como a Occidente. Mientras, el mundo sigue en guardia, con temor a que se descontrole el conflicto en Ucrania y traspase fronteras. En el ambiente flotan las declaraciones durante la campaña electoral de Donald Trump. Dijo que acabaría con esta guerra nada más llegar a la Casa Blanca. En enero. Y eso parece haber acelerado la toma de posiciones en el tablero para reforzar las posturas de cara a una próxima negociación de paz. Mientras, el ejército ucraniano retrocede. Dice el ministro de Defensa ruso, Adrei Belosov, que sus tropas «han pulverizado las mejores unidades» del enemigo.
Kiev ha pedido una reunión urgente con su aliados el martes. El Consejo OTAN-Ucrania se creó en 2023 para acelerar la adhesión de este país a la Alianza Atlántica, algo que Putin considera prácticamente una declaración de guerra. El Consejo, convocado por el Gobierno de Zelenski, reunirá a los embajadores de los países aliados. Busca respaldo y armas para hacer frente al golpe balístico sobre la mesa que ha dado Putin. «Apoyar a Ucrania es una inversión en nuestra propia seguridad, porque su seguridad también es la nuestra», defiende el ministro sueco de Defensa, Pal Jonson. Su país ingresó en la Alianza en marzo de 2024 al notar el ruido de las bombas sobre Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó este viernes iniciar la producción en serie del misil hipersónico 'Oreshnik' (Avellano) después de que el ejército lo usara por primera vez el jueves para bombardear la ciudad ucraniana de Dnipró. «La decisión ya se tomó», declaró el líder del Kremlin, alabando la «fuerza particular y la potencia de esta arma».
En una reunión televisada con altos mandos militares, Putin indicó además que Rusia seguirá realizando pruebas con el 'Oreshnik' «en condiciones de combate en función de la situación y la índole de las amenazas para la seguridad de nuestro país», declaró.
El 'Oreshnik' es un misil balístico con capacidad nuclear, «de alcance medio», lo que supone que puede llegar a blancos situados en un rango de 3.000 a 5.500 kilómetros.
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