rafael m. mañueco
Moscú
Sábado, 23 de julio 2022, 13:47
Dos misiles de crucero 'Kalibr', denunciaron las autoridades de Kiev, impactaron este mediodía contra las instalaciones del puerto de Odessa, desde donde deberá salir el cereal ucraniano, según el acuerdo alcanzado ayer en Estambul para desbloquear la exportación de grano y aliviar la crisis alimentaria ... mundial. Turquía, sin embargo, sostiene que Moscú ha negado la autoría del ataque.
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El concejal local, Oleksiy Goncharenko, citado por los medios de comunicación ucranianos, asegura que «se ha producido un incendio en el puerto de Odessa. Ahí tenéis el corredor de grano que se había pactado (...) firman acuerdos con una mano y con la otra disparan misiles». «El ataque se tuvo como objetivo exactamente donde está el grano», comentó por su parte Yury Ignat, portavoz de la cúpula de la Fuerza Aérea de Ucrania.
Se informa también de que otros dos misiles pudieron ser derribados por el sistema de defensa antiaérea del Ejército ucraniano. «El enemigo atacó el puerto de Odessa con misiles de crucero 'Kalibr'. Dos de los proyectiles fueron interceptados por las fuerzas de defensa aérea. Dos impactaron en la infraestructura portuaria», aseguró en un comunicado Sergii Brachuk, un portavoz de la Administración regional de Odessa. Pero el ministro de Defensa turco, Hukusi Akar, declaró ayer al diario Hurriyet que las autoridades rusas han negado su participación en el bombardeo.
El viernes en Estambul, Ucrania, Turquía y el Secretario General de la ONU firmaron la llamada «Iniciativa para el transporte seguro de cereales y alimentos desde los puertos ucranianos». El mismo documento fue rubricado por separado por representantes de Turquía, la ONU y Rusia. Los puertos ucranianos concernidos son Odessa, Chernomorsk y Yuzhni. Las partes se comprometieron a que no serán atacados civiles, barcos comerciales ni edificios portuarios.
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Inmediatamente tras el ataque, el Ministerio de Exteriores de Ucrania llamó ayer a la ONU y a Turquía a que garanticen el cumplimiento por parte de Rusia de sus obligaciones para asegurar el «corredor de cereales». «El ataque al puerto de Odessa ha sido un escupitajo del jefe del Kremlin, Vladímir Putin, en las caras del secretario general de la ONU, António Guterres, y del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan», afirmó hoy el portavoz de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko.
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Según sus palabras, «la Federación Rusa tardó menos de 24 horas en poner en duda los acuerdos y promesas que hizo a la ONU y a Turquía en el documento firmado ayer en Estambul atacando con misiles el territorio del puerto de Odessa». Nikolenko advirtió que, si el acuerdo se frustra, «Rusia deberá asumir toda la responsabilidad en el agravamiento de las crisis alimentaria mundial». «Esto prueba solo una cosa: no importa lo que Rusia diga y prometa, encontrará formas de incumplirlo», deploró el máximo dirigente ucraniano, Volodímir Zelenski.
El jefe de la Administración de la Presidencia ucraniana, Andriy Yermak, denunció la contradicción de Moscú de firmar un acuerdo y violarlo al día siguiente. Según su opinión, «así es la dicotomía diplomática rusa (...) están creando sistemáticamente una crisis alimentaria, haciendo todo lo posible para que la gente sufra. El terror del hambre continúa. El mundo debe actuar».
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Insistió en que «las mejores garantías para la seguridad alimentaria consisten en dos cuestiones: sanciones efectivas contra Rusia y más armas para Ucrania». La embajadora de EE UU en Kiev, Bridget Brink, también reprochó a Moscú que utilice «el hambre como arma». En su cuenta de Twitter calificó de «inaceptable» el bombardeo contra las instalaciones portuarias de Odessa y exigió que Rusia «rinda cuentas».
El Ministerio de Agricultura ucraniano aseguró que «estaban previstos los primeros envíos de grano en los próximos dos días» desde el puerto de Odessa y se hacía la pregunta de «¿cómo es posible cargar barcos de manera segura si los rusos continúan atacando Odessa con cohetes?».
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No obstante, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, que acudió a Estambul para firmar el acuerdo para la exportación de cereales por parte de Rusia, declaró el viernes que «Rusia asume las obligaciones recogidas claramente en el documento. No nos aprovecharemos de que se van a desminar y abrir los puertos ucranianos» para lanzar ataques. Puntualizó también que Ucrania debe garantizar la navegación segura de los barcos a través de sus aguas territoriales. Según Shoigu, «la protección contra la presencia de minas debe ser proporcionada por las autoridades de Kiev».
Efectivamente, según lo pactado en Estambul, cuya vigencia alcanza los 120 días, Ucrania no está obligada a retirar las minas, pero sí a establecer rutas seguras a lo largo de las cuales discurrirá el tráfico marítimo, aunque los cargueros no irán escoltados por buques de guerra. Por otro lado, se habrá de crear un centro de coordinación tripartito (Ucrania, Turquía y Rusia) en Estambul para supervisar el cumplimiento del acuerdo, que tendrá que atender las incidencias que puedan producirse. Los barcos que regresen de vuelta a Ucrania serán inspeccionados por Turquía, aunque con la presencia de fuerzas rusas, a fin de evitar el transporte de armas.
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