Un incendio en un hotel de una estación de esquí en Turquía causa al menos 76 muertos

El incendio se desató en torno a las 3.30 hora local (dos menos en España) por causas que este martes no habían trascendido en el cuarto piso del Hotel Grand Kartal, en el noroeste de Turquía, donde se ubicaba el restaurante del complejo hotelero. Las llamas se propagaron a una velocidad enorme por las otras once plantas del alojamiento, cuyo revestimiento de madera y su complicado acceso no ayudaron a la extinción. Los bomberos no pudieron empezar a apagar el fuego hasta 45 minutos después de la primera llamada al 112. Llegaron de Bolu y Gerede, junto a numerosos policías, ambulancias y personal sanitario. Para entonces ya se había instalado el pánico en el establecimiento. «Fue como un apocalipsis», describió Mevlut Ozer, testigo de lo ocurrido, a la agencia Reuters.

La clientela del hotel levantado en la estación de esquí de Kaltarkaya, entre Estambul y Ankara, a unos 200 kilómetros de la capital, trató de huir del lugar de manera desesperada. Varias personas denunciaban este martes en los medios otomanos que no sonó ninguna alarma para avisar del incendio en el alojamiento, cuya ocupación rondaba el 90% debido a las vacaciones escolares. Había 238 huéspedes en sus instalaciones, donde los propios trabajadores ayudaron a su evacuación. Algunos buscaron la salida a través de los pasillos llenos de humo y otros ataron las sábanas blancas de sus camas para escapar por las ventanas. «Cuando el fuego se acercó, saltaron de inmediato», relató Baris Salgur, uno de los supervivientes, a la cadena de televisión NTV. Él vio cómo unas clientas pedían desde el último piso -un duodécimo- a quienes se encontraban en la planta inferior que prepararan unas almohadas justo antes de lanzarse al vacío.

Omer Sakrak, empleado en un hotel cercano, fue testigo también del horror: «La gente empezó a saltar despavorida». «Intentaron bajar usando sábanas. Las sábanas se rasgaron cuando un amigo lo intentó... y desafortunadamente cayó de cabeza. Un padre gritaba con un niño de un año: 'Voy a tirar a mi hijo o se quemará'», contó a Reuters sobre las terribles escenas que se vivieron en el complejo hotelero, hasta donde se desplazaron varios ministros. El edificio quedó en apenas media hora tomado por completo por las llamas y los bomberos, que sólo pudieron actuar en las fachadas frontal y lateral al encontrarse en pendiente, tardaron diez horas en dar el fuego por extinguido. El dolor era «imposible de describir», dijo Ali Yerlikaya, responsable de Interior en el Gobierno turco, que decretó una jornada de luto nacional por el suceso, cuya cifra de víctimas mortales se teme que aumente con el paso de las horas.

La investigación sobre lo ocurrido se puso en marcha cuando los bomberos no habían logrado aún sofocar el fuego y, por ahora, se desconocen los motivos de las nueve detenciones. El hotel, ubicado en una de las estaciones de esquí más populares de Turquía, contaba con el certificado contra incendios y, según los medios otomanos, los bomberos no habían notificado ninguna incidencia en la última revisión.