El caso de los mercenarios chinos eleva la tensión entre Kiev y Pekín

«Seguimos investigando todas las circunstancias en torno a la presunta implicación de ciudadanos chinos y su inclusión en las filas rusas», declaró Zelenski en sus redes sociales. A su juicio, la detección de combatientes asiáticos no puede entenderse como «casos aislados» sino como un esfuerzo constante de Rusia de reclutar a personas en territorio chino «para luego combatir» en el frente.

Los servicios de Inteligencia han documentado, según fuentes del entorno presidencial, la presencia de decenas de mercenarios y paramilitares de esa nacionalidad, que acudirían a la llamada del Kremlin con la promesa de ganar sueldos elevados. En el caso de los dos detenidos, el propio presidente informó de que formaban parte de un comando de seis combatientes chinos, aunque no especificó el destino de los cuatro restantes. Zelenski ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional sobre la importancia de tomar «todas las medidas necesarias» para garantizar que Moscú «no siga prolongando la guerra», incluso mediante el alistamiento de voluntarios en otros países.

La respuesta de Pekín llegó más tarde con un llamamiento a la prudencia tras considerar «irresponsables» las declaraciones del líder ucraniano. «China se ha comprometido a detener la guerra, a un alto el fuego y a promover la paz», señaló el Gobierno en un comunicado donde recordó que también ha instado a sus ciudadanos a «mantenerse lejos de zonas de combate» y no involucrarse en enfrentamientos.