'El Español', el comandante de los ultras más violentos del fútbol ruso que luchan contra Ucrania

Todo lo que rodea a 'La Española' muestra la confusión de las milicias prorrusas, en las que el ultranacionalismo violento se une al comunismo. Que Orlov sea apodado 'El Español' se debe que conoce el idioma castellano. Según el mismo ha comentado, su alias surgió cuando su milicia hizo prisionero a un extranjero en el Donetsk al que consideraron un espía y encerraron en un calabozo. Orlov le escuchó hablar y se dio cuenta de que procedía de España. Iniciaron una conversación y entonces descubrió que era un comunista español que había viajado por su cuenta a Donetsk para unirse a las milicias prorrusas. Esta es la versión que ha contando el propio miliciano, que no ha explicado dónde aprendió el castellano. A partir de ese momento a Orlov comenzaron a llamarle 'El Español'.

Su unidad, creada a su imagen y semejanza y con un culto a la personalidad exacerbado, se bautizó como 'La Española' por su apodo. Pero también, según ha declarado el propio Orlov, por homenajear a un supuesto barco pirata que «navega desde hace siglos y ataca inesperadamente desde la niebla». En realidad, la 'La Hispaniola' es el nombre de un barco ficticio utilizado por los personajes del libro 'La isla del tesoro' escrito por Robert Louis Stevenson. Orlov también ha sido polémico por utilizar como emblema de su agrupación unas calaveras con huesos cruzados utilizadas por el general zarista Blakanov. Este líder de cosacos del siglo XIX fue un ejemplo de represión violenta a las minorías étnicas rusas como la chechena y los propios dirigentes comunistas lo consideraron un símbolo del fascismo. No sería rehabilitado hasta la caída del Muro y el hundimiento del sistema comunista. Otro de sus referentes es el general Kornilov, un militar que se opuso a los 'soviets'.

'La Española' recluta sus miembros entre los hinchas más violentos del CSKA, el Spartak, el Lokomotiv y el Dynamo, entre otros equipos rusos. En muchos casos se trata de personajes que no han tenido problemas a la hora de exhibir parafernalia nazi y con problemas pendientes con la justicia. La preferencia de Orlov por estos jóvenes se debe, según el propio comandante, a que son gente fogueada en las peleas callejeras. Para evitar los disturbios entre seguidores de diferentes equipos, la disciplina interna prohíbe mostrar sus aficiones deportivas. Esta milicia, según sus redes sociales, admite también a mujeres, pero solo como francotiradoras. Una muestra de la radicalidad de 'El Español' es su oposición al intercambio de prisioneros, una de las escasas convenciones humanitarias de la guerra que se están respetando en Ucrania.

La unidad de 'El Español' forma parte de la 'brigada Vostok', las milicias que acogen, entre otros, a voluntarios procedentes de terceros países y que apoyan las doctrinas anexionistas rusas. En esta unidad era en la que militaba el joven colombiano español Alexis Castillo, fallecido hace una semana en un bombardeo de la artillería ucraniano. Castillo era un referente para el comunismo radical español ya que había vivido en Zaragoza y Murcia, donde había estado vinculado a formaciones minoritarias como el Partido Comunista de los Pueblos de España. El apodo de Castillo era 'Alfonso Cano', uno de los líderes de la guerrilla de las FARC. Cuando se conoció la muerte de Alexis Castillo en Ucrania, el presidente de Colombia, el exguerrillero Gustavo Petro, lanzó el siguiente mensaje en Twitter: «Alexis es un colombiano que ha muerto en el Donbás; sus ideas revolucionarias, quizás equivocadas, quizás no, lo llevaron a esta guerra con los ojos abiertos. Ha muerto un joven que quiso ser revolucionario. La revolución es la Paz. Esto no saldrá en vuestros medios».

Alexis Castillo había protagonizado un pseudodocumental emitido por el canal proPutin 'Rusia Today' en el que apareciá exhibiendo uno de los lanzacohetes enviados por España al Ejército ucraniano y que había sido utilizado en una de las batallas tras la invasión. Castillo, armado con un rifle de asalto, exhibía el armamento español y afirmaba: «Este tipo de cosas no nos llevan hacia la paz. El Estado español no va a conseguir la paz enviando este tipo de cosas».

Este militante de 'brigada Vostok' fue homenajeado también en redes sociales por colectivos vascos prorrusos, que le han considerado un héroe y un ejemplo a seguir. En Euskadi, los movimientos de apoyo a Putin -y a la autoproclamada República del Donetsk- provocaron su incidente más polémico el pasado mes de octubre, cuando exhibieron banderas a favor de la invasión rusa en San Mamés en un partido contra el Atlético de Madrid. La Ertzaintza accedió a la grada de animación para retirar los emblemas, lo que provocó que los seguidores que defendían los emblemas rusa abandonasen el estadio.