Secciones
Servicios
Destacamos
Irlanda celebra elecciones este viernes, convocadas por su actual primer ministro, Simon Harris (Fine Gael), tras solicitar la disolución del Parlamento y agradecer a sus socios de gobierno (Fianna Fáil y los Verdes) el apoyo que le han prestado. Harris adelanta las elecciones varios meses ... para aprovechar tanto el superávit presupuestario generado por los 14.000 millones de euros en impuestos que la Justicia europea ha obligado a pagar a Apple como la debilidad que otorgan las encuestas a su principal partido rival, el Sinn Féin.
Asimismo, intenta eludir las consecuencias electorales de la carestía de la vida y de la crisis de vivienda que padece el país, que sobrellevan unos conciudadanos, sobre todo los jóvenes, que votaron masivamente al Sinn Féin y que ahora todos los partidos lo incluyen como el principal problema en sus agendas políticas.
Noticias relacionadas
El principal desencadenante de este adelanto electoral se gestó el pasado verano, concretamente el 6 de junio, después de los sorprendentes y negativos resultados del Sinn Féin en las elecciones al Parlamento Europeo (menos del 12% de los votos) y que sugerían una pérdida de predicamento entre los electores. Por sí solo, este argumento no parece en principio muy sólido porque los comicios europeos modifican la percepción ciudadana y la propia sociología electoral. De más firmeza es la premisa, a la par que realidad, de los escándalos y luchas internas del partido renovado por la heredera de Gerry Adams, Mary Lou McDonald, y que pueden hundirlo definitivamente (acosos sexuales, postura frente a la inmigración...).
Por otra parte, los fantasmas de los años de plomo siguen presentes en la vida de los irlandeses y de ahí que los principales partidos políticos del país lleven la reunificación en sus agendas, aunque con diferente peso y prioridad. Para el Sinn Féin es urgente y una asignatura pendiente y para los otros dos partidos nacionalistas (Fine Gael y Fianna Fáil) no es algo prioritario en estos momentos, aunque esté presente en una sociedad irlandesa que tampoco desea cambios drásticos. Al margen de ello, no podemos olvidar que el espectro de Irlanda es Irlanda del Norte, en su momento vestigio colonial a la par que parte integral de la metrópoli, y que nació cuando en 1922 el Reino Unido entregó Irlanda a los irlandeses y se quedó con los seis condados del norte de la isla bajo el argumento de que en ellos la mayoría de los protestantes eran leales a Londres. Derry (julio de 1969); el Domingo Sangriento (enero de 1972); las acciones del IRA, del unionista Ejército para la Defensa del Ulster, de la Policía Real del Ulster y del ejército británico y sus más de 3.500 muertos (1.800 civiles) no son fáciles de olvidar pese a los Acuerdos de Viernes Santo (Stormont) y de la llegada de la paz. Las heridas no sangran, pero están ahí.
Es muy probable que, tras los resultados de este viernes, se repita la actual coalición de gobierno, la del pacto que impidió en 2020 gobernar al ganador de los comicios anteriores, el Sinn Féin. La situación actual no favorece a un partido que ha estado muy cerca de dominar el espectro político del norte y del sur de la isla y que ahora sólo puede beneficiarse de la consideración de formación antisistema que muchos irlandeses tienen de él. También será interesante comprobar la irrupción en la vida política de otros partidos antisistema, en este caso de extrema derecha (Ireland First, Ireland People, The National Party, etc.), y la inestabilidad volátil que afecta a los sistemas políticos de todo el planeta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.