Un militar ayuda a un compañero herido en un repliegue. Reuters

Zelenski retira tropas del norte de Járkov para «salvar sus vidas»

Los invasores ocupan nuevos pueblos mientras Washington teme que Moscú logre cambiar el curso de la guerra

M. Pérez

Miércoles, 15 de mayo 2024, 14:29

«Todo está ardiendo». Los vecinos de Vovchansk que huyen de la guerra definen así el estado de su ciudad, donde unas calles están tomadas por los rusos y otras por los ucranianos y en medio se producen baños de sangre que «recuerdan a Bajmut», ... el nombre de una de las peores carnicerías de la guerra. Como este enclave, que Moscú conquistó de forma relativamente reciente después de llenar trincheras de cadáveres, Vovchansk es una localidad despojada de anatomía. Las bombas planeadoras y los drones lanzados a 150 kilómetros por hora contra los edificios la han dejado en sus costillas. «Todo arde», dice una mujer en un refugio a kilómetros del infierno, y por eso de sus antaño 170.000 residentes «solo quedan ancianos enfermos, gente sin hogar y unos pocos vecinos que se resisten a dejar su lugar de nacimiento».

Publicidad

Este distrito localizado de camino a Járkov fue objeto este miércoles de un cruel zarandeo. Por la mañana, Rusia anunció su conquista. Luego, Ucrania dijo que había expulsado a los invasores. A la noche, los rusos mantenían el control de la localidad y los defensores se atrincheraron en las afueras. Todo cambio de papeles estuvo sujeto a un juego dramático de balas en unas calles «donde se combate cuerpo a cuerpo», señaló el jefe de la Policía, Volodymyr Tymoshko. Sus agentes fueron desplegados, incluso puerta por puerta, para ayudar a los civiles en el desalojo.

Járkov es la última pira funeraria de la invasión. El Estado Mayor ucraniano ordenó este miércoles el repliegue de sus tropas en varias localidades del noreste de esta ciudad -la segunda más importante del país- para «evitar víctimas civiles» y «salvar las vidas de los militares» como consecuencia de la presión del ejército ruso en la región. Además de Vovchansk, los soldados se retiraron de Lukyantsiv y anoche intentaban mantener la resistencia en lo que queda de Hlyboke, Staritsa y Lipsi. Al sur cayó Robotine -si no en su totalidad, sí en gran parte-, lo que despierta las alarmas de Estados Unidos, que ve en estas pequeñas victorias un intento del Kremlin de ganar tiempo y organizar una potente ofensiva, quizás en verano.

Los bomberos apagan un incendio causado por un dron en una nave industrial de Járkov. EFE

El presidente Volodímir Zelenski ha cancelado todos sus compromisos, entre ellos una visita a España prevista para mañana, debido al agravamiento de la guerra. Al tiempo que hace retroceder a sus soldados de unos lugares, envía refuerzos a otros con el fin de sostener las líneas. Un observador del medio 'KP' señala sobre las últimas pérdidas territoriales que «las batallas principales continúan donde las posiciones no están equipadas» y asegura que las tropas se han encontrado con que «no hay fortificaciones exactamente donde se necesitan», aparte de la «superioridad numérica del enemigo».

Publicidad

Un cambio de ciclo

Los efectivos rusos desplegados en esta zona proceden en gran medida del otro lado de la frontera, de la propia Rusia. Las plazas allanadas están próximas. Lukyantsiv, a unos dieciséis kilómetros. Vovchansk, más distante, es también más estratégica. Pone a la ciudad de Járkov a tiro de la artillería. En Vovchansk, dicen los sanitarios, se camina sobre cadáveres; cuerpos de soldados que nadie ha podido retirar en medio del fragor de la batalla.

Un militar posa ante los restos carbonizados de un edificio en la periferia de Járkov. EFE

Washington no descarta que la guerra esté ante un cambio de ciclo y que las fuerzas del Kremlin puedan transformar el curso de la contienda, aunque piensa también que las derrotas serán reversibles cuando Kiev reciba armamento en masa. El portavoz del Estado Mayor ucraniano, Dmytro Lykhova, ha reconocido también que la situación es muy complicada. Los invasores están «concentrando sus esfuerzos en la región de Járkov, así como en las direcciones de Kramatorsk y Pokrovsky», en pleno óblast de Donetsk, y sus «acciones de fuego y asalto» han sido las causantes de que las unidades ucranianas hayan retrocedido para «salvar vidas» a posiciones que consideran «más ventajosas». En la ofensiva habrían destruido varios almacenes secretos donde Kiev guardaba armas procedentes de los arsenales occidentales.

Publicidad

Arrasado

«Todo está ardiendo» en Vovchansk, en cuyas calles se camina entre cadáveres

Gravedad

Zelenski cancela todos sus compromisos, incluida su visita a España, ante la crisis en el frente

El frente de Járkov se ha convertido en el principal fiel de la balanza. La defensa nacional se esfuerza en mantener al «enemigo bajo el control constante del fuego de nuestra artillería y de los drones» con el fin de «evitar que se afiancen» en los distritos ocupados, dice Lykhova.

Por su parte, el nuevo ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, declaró este miércoles que su prioridad actual es mantener el suministro de misiles, drones, equipos de guerra electrónica y munición de armas ligeras a las trincheras para seguir minando la resistencia ucraniana. El espionaje estadounidense atribuye parte de las victorias de Moscú a que ha desarrollado nuevas tecnologías, como un sistema capaz de interferir las guías de los misiles y los drones ucranianos y desviarlos de sus objetivos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad