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Uno por uno, 12 de los 14 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que en las últimas semanas sufrieron presiones de Estados Unidos para abstenerse, votaron ayer en favor del ingreso de Palestina a la organización como miembro de pleno derecho - ahora es ... un simple 'observador'-. Solo Suiza y el Reino Unido se abstuvieron, por lo que Washington tuvo que utilizar su derecho a veto para impedir que avanzara la resolución introducida por Argelia.
Era una derrota para las aspiraciones del pueblo palestino, pero también para EEUU, que vuelve a quedarse solo en este tema, al ser el único opositor. El embajador de Israel, Gilard Erdan, se lo agradeció públicamente en su turno de respuesta, pero China lo consideró «un día triste», lamentó el embajador, Zhang Jun, para quien «ya se ha pospuesto demasiado». De hecho, lo considera ahora « más urgente que nunca». Lo que más le soliviantó es el argumento de que Palestina no cumple con las condiciones de la ONU para ser miembro. «Si se trata de un cálculo político, sería mejor que simplemente lo dijeran así, en lugar de inventar excusas para re victimizar al pueblo palestino», recriminó a Washington.
Estados Unidos dice oponerse porque «no hay unanimidad entre los miembros del comité de admisión sobre si cumple los criterios establecidos en el artículo cuarto de la Carta Magna para ser miembros», había dicho el segundo de la misión ante la ONU, Robert Wood, sobre el que recayó posar en la foto para la historia. En realidad fue Estados Unidos el que bloqueó la admisión en el comité, ateniéndose a ese artículo cuarto en el que se declara que Naciones Unidas «está abierta a todos los otros estados que amen la paz y acepten las obligaciones contenidas en la Carta y, a juicio de la organización, sean capaces de cumplir con sus obligaciones».
El carácter de amante de la paz del pueblo palestino fue parte del discurso de los que explicaron su voto al término del mismo, para indignación de Israel, que arremetió contra el Consejo de Seguridad calificándolo de hipócrita y «multi-terrorista». Incluso Suiza, que se abstuvo, aclaró que lo hizo «sin oponerse a ello», solo porque piensa que «no es apropiado» en medio del actual conflicto. También el Reino Unido piensa que la admisión de Palestina debe ser parte de la ruta creíble para que se convierta en estado, «pero tal reconocimiento no debe venir al principio de un nuevo proceso, ni tampoco al final», explicó la embajadora Barbara Woodward. «Debemos arreglar de inmediato la crisis de Gaza», pidió.
Era la segunda vez en la que EEUU torcía la solicitud palestina en el Consejo de Seguridad vota. Hace 13 años, durante el gobierno de Barack Obama, algunos de los mismos países involucrados hoy dijeron también que no era el momento y mostraron su preocupación porque eso pudiera afectar las perspectivas de paz. «Es hora de que Palestina ocupe el lugar que le corresponde entre la comunidad de naciones », defendió el representante argelino, como introductor de la resolución.
Fue la intervención del embajador palestino, Riyad Mansour, la que más conmovió a la presidenta del Consejo de Seguridad, la embajadora de Malta, Vanessa Frazier, que se enjugó una lágrima mientras lo escuchaba con los ojos enrojecidos. «Nuestro derecho a existir (como estado) es eterno, el pueblo palestino no puede ser enterrado. No desapareceremos, ni existiremos como un acto de caridad por parte de Israel», lapidó con la voz temblorosa. «Existen los hechos históricos, y la historia no se puede borrar, por mucho poder que tenga la tiranía».
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Durante las últimas dos semanas Washington había presionado a los miembros del Consejo de Seguridad para que al menos se abstuvieran en la votación prevista ayer sobre el ingreso de Palestina como miembro de pleno derecho en la ONU y no tener así que utilizar su derecho a veto.
Sus esfuerzos para evitar señalarse nuevamente en contra de la mayoría internacional fracasaron. Sólo El reino Unido y Suiza se abstuvieron, por lo que la resolución introducida por Argelia obtuvo el apoyo de doce de lo quince miembros del Consejo de Seguridad y obligó a Washington a retratarse nuevamente como único responsable de que Palestina no ingrese en la ONU.
«¿De qué manera podría dañar la paz y la seguridad esta resolución (introducida por Argelia) sobre nuestra incorporación en la ONU?», preguntó Ziad Abu Amr, representante especial del presidente de la Autoridad Palestina en su alegato previo a la votación. Interpelaba en particular a Estados Unidos, aclaró, cuya embajadora, Linda Thomas-Greenfield, delegó su turno en su segundo, Robert Wood.
Según los cables diplomáticos publicados por 'The Intercept', el Departamento de Estado ha presionado a Ecuador, Malta y Francia para que se opusieran al reconocimiento de Palestina en la ONU, que Israel ve como una recompensa a Hamás por los ataques del 7 de octubre, dijo el embajador ante Naciones Unidas, Gilard Edan. Israel volcó su furia sobre la organización multilateral, a la que acusó de estar «comprometida con el multiterrorismo». Tachó al Consejo de Seguridad de ser «un cuerpo politizado» y «tóxico» al que «el terror sale a cuenta» y vaticinó que desaparecerá como institución, calificando la votación de este jueves como uno de los detonantes. «Si esta resolución fuera aprobada, Dios no lo quiera, debería rebautizarse como el Consejo del Terror», dijo el representante israelí. Según él, el reconocimiento de Palestina tendría «cero impacto positivo» y «dañaría cualquier oportunidad de diálogo».
Por el contrario, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, consideró que el reconocimiento del Estado palestino no es solo una cuestión de Justicia para este pueblo, «que no puede estar condenado a ser un pueblo de refugiados», sino que es bueno para la seguridad de Israel. España ha prometido reconocerlo antes del verano, aunque el momento del anuncio corresponde al presidente del Gobierno, explicó. Su apuesta de liderazgo es la Conferencia Internacional de Paz, que España impulsa, y a la que invitó este jueves a la ONU a hacer suya por considerarla un «potente instrumento» y una «oportunidad para abrir una nueva página en Oriente Medio, que España no va a desaprovechar».
Palestina fue aprobado como observador permanente por la Asamblea General en 2012 con 138 votos, al año siguiente de que fracasara en el Consejo de Seguridad otro intento de ingresar en la ONU como país miembro. Desde entonces ha sido reconocido por 139 países, nueve de ellos de la Unión Europea, sin que este jueves el liderazgo tuviera gran impacto en los votos del Reino Unido y Francia, las dos naciones europeas representadas en el Consejo de Seguridad, aunque los británicos ya no sean parte de la UE desde el Brexit. La gran incógnita de la jornada era si París resistiría las presiones de Washington y se abstendría en la votación, mientras que Londres dijo que defenderá el reconocimiento de Palestina «en el momento en el que más convenga para la paz», apostilló su embajadora, Dame Barbara Woodward.
Según António Guterres, toda la región «está al borde del precipicio». «Este momento de máximo peligro requiere máxima contención». El ministro de Asuntos Exteriores español se reunió con el dirigente portugués de la ONU en una pausa de la jornada de alta tensión en la que participaron casi setenta países. Desde el 7 de octubre ha utilizado este recurso, del que solo disponen los cinco miembros con asiento permanente en la organización, en cuatro ocasiones relacionadas con resoluciones que pedían un alto al fuego en Gaza. Guterres advirtió este jueves de que el fin de las hostilidades en la Franja «es la única manera de distender las tensiones en la región».
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