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Donald Trump ya tiene listo el gabinete para su segunda etapa como inquilino de la Casa Blanca. Después de su victoria en las elecciones del pasado 5 de noviembre, el republicano ha anunciado en las últimas dos semanas los nombres de las personas -quince en ... total- que liderarán los diferentes Departamentos federales. Hace ocho años, cuando llegó por primera vez a la presidencia, apuró prácticamente hasta el último día posible -casi dos meses- para dar a conocer su equipo.
Las nominaciones de Trump no han estado exentas de polémica, con críticas de su «amigo» Elon Musk incluidas, e incluso de algún traspié, como la renuncia del primer candidato a fiscal general, Matt Gaetz, por sus escándalos sexuales, de drogas y corrupción. Las propuestas del magnate han pillado a muchos por sorpresa y algunos señalan a su equipo como el más controvertido en la historia de Estados Unidos. Los elegidos tendrán que pasar por el filtro del Senado, que tiene mayoría republicana, antes de su designación oficial.
El presidente electo ha priorizado la lealtad a la hora de designar a las personas que lo acompañarán durante los próximos cuatro años en la Casa Blanca. De hecho, algunos de los nominados fueron descartados para un cargo clave como la vicepresidencia, que ocupará J. D. Vance. El primer nombramiento fue el de Susie Wiles, la 'doncella de hielo' que se encargó de diseñar su campaña electoral y a quien ha nombrado ahora jefa de gabinete. El propio Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de Tesla o X, está también en la lista de Trump, que le ha concedido la dirección del Departamento de Eficiencia Gubernamental junto a otro empresario multimillonario, Vivek Ramaswamy, quien le plantó cara en las primarias republicanas.
Estos son los quince elegidos por Trump para componer el próximo Gobierno de Estados Unidos:
De origen cubano, el congresista por el Estado de Florida se convertirá en el primer latino en hacerse cargo de la diplomacia de Estados Unidos, uno de los cargos más importantes en el país. Antes de que Trump eligiera a J. D. Vance como su compañero de fórmula, él estaba también entre los candidatos al puesto. Actualmente se desempeña asimismo como vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado. Conoce a la perfección los temas internacionales y destaca por su línea dura. Ha criticado con vehemencia a China, al Gobierno de Cuba o la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua.
La visión de Rubio casa con la de su jefe. Ambos fueron enemigos en el pasado, pero su rivalidad se convirtió en alianza durante el primer mandato del magnate. Durante la campaña, además, Rubio ha sido una de las grandes bazas de los republicanos para captar el voto de origen latinoamericano, crucial para recortar distancias con los demócratas.
Scott Bessent es el primer miembro abiertamente gay de un gabinete republicano en EE UU. El multimillonario y 'broker' de Wall Street, de 62 años, trabajó para George Soros -uno de los primeros apoyos de la candidatura de Trump- y asesoró al presidente electo en campaña. Inversor, filántropo y educador, es además fundador y consejero delegado de la firma de inversiones Key Square Group. Un currículum relativamente convencional para el puesto que ocupará, lo que le convierte en uno de los nominados para el futuro gabinete con menos polémica a sus espaldas. Hasta Musk expresó su decepción por esta elección ya que no augura un cambio radical en la Secretaría del Tesoro.
Como Trump, Bessent apoya la imposición de aranceles altos aunque con moderación y aboga también por una fuerte reducción del gasto público y del déficit y por el recorte de impuestos. Es partidario de un dólar fuerte y no busca una regulación excesiva del sector financiero aunque la banca será su gran caballo de batalla.
Pete Hegseth, oficial de la Guardia Nacional de 44 años, es un veterano militar de las guerras de Afganistán e Irak que nunca ha ocupado un cargo político, por lo que se cuestiona su idoneidad para tomar decisiones sobre la seguridad nacional y dirigir a los casi tres millones de trabajadores que el Departamento de Defensa de EE UU tiene repartidos alrededor del mundo. Hasta ahora ejercía como presentador de la cadena conservadora Fox. A raíz de su nombramiento se hizo público que había sido investigado por una presunta agresión sexual en 2017, pero nunca fue detenido ni acusado y él siempre lo ha negado. Sin embargo, su abogado confirmó que ese mismo año había pagado a una mujer para que guardara silencio por una denuncia por agresión que hacía peligrar su puesto en televisión. Él volvió a negar que cometiera ningún delito.
Desde su puesto como presentador de Fox ha abogado por un cambio cultural -hacia sus ideas conservadoras- en el ejército estadounidense y ahora aspira a transformar Defensa, donde se convertirá en la segunda persona más joven en ocupar el departamento. Por ahora, antes de que se oficialice su designación, ha desatado la polémica con sus declaraciones. Hegseth ha pedido que el jefe del Estado Mayor sea despedido, al igual que cualquier otro militar involucrado en campañas de diversidad, igualdad o inclusión. También sostiene que las mujeres no deberían servir en el frente porque su participación en el ejército no ha hecho que fuera «más efectivo» o «más letal». «A lo largo de la historia de la humanidad, los hombres en esas posiciones son más capaces», remató. Otro de sus comentarios memorables tiene que ver con un tema bien diferente: los gérmenes. «No puedo verlos, por lo tanto, no son reales», dijo en 2019 «No creo haberme lavado las manos en diez años».
Tras la retirada de la candidatura de Matt Gaetz a la Fiscalía General del Estado por sus diversos escándalos, Trump se fijó en Pam Bondi como sustituta. La primera mujer en ocupar este cargo presume de una dilatada carrera judicial que la llevó a ponerse al frente de la Fiscalía de Florida, que hasta entonces había estado liderada por hombres. Hija de un alcalde, la abogada fue miembro de la Comisión de Abuso de Opiáceos y Drogas durante el primer mandato del magnate y formó parte de su equipo de defensa durante su primer juicio político, donde se terminó de ganar la confianza del presidente electo.
Resulta curioso que durante su etapa en Florida Bondi abriera una investigación por fraude de Trump University, que ni era universidad ni enseñaba la fórmula del éxito que prometía. El caso quedó cerrado después de que el magnate indemnizara a las víctimas con 25 millones de euros. Eso sí, previamente la letrada había recibido 25.000 dólares de manos del presidente, lo que le costó una demanda por soborno aunque se libró por falta de pruebas. El republicano fue multado con 2.500 dólares por no haber declarado la supuesta donación de campaña.
Doug Burgum, de 68 años y gobernador de Dakota del Norte, es un empresario de software que vendió su compañía a Microsoft en 2001. Se presentó a las primarias republicanas de 2024 pero rápidamente se retiró para dar su apoyo a Trump, que apreció su discreta personalidad y su riqueza, como uno de los políticos más adinerados del país. Se presenta como un conservador tradicional y de mentalidad empresarial, a la vez que mantiene vínculos estrechos con la industria fósil.
Como secretario de Interior supervisará las políticas que rigen el uso y la conservación de más de 200 millones de hectáreas de tierras federales y tribales, una quinta parte de la superficie del país. Burgum tiene la tarea de aumentar la actividad de perforación en terrenos y aguas, que representa una cuarta parte de la producción de petróleo y un 12% del gas en EE UU.
Brooke Rollins es una de esas exasesoras de Trump que pertenecen a su círculo más cercano y leal y que ya había trabajado con él en su primer mandato. Creció en una granja, se graduó en la Universidad Texas A&M en Ciencias de Desarrollo Agrícola y luego obtuvo el título de abogada. Pero su principal actividad, y la que le llevó a ganarse la confianza del magnate, ha sido el America First Policy Institute (AFPI), un grupo conservador del que es cofundadora y directora que desde 2021 ha promovido la agenda trumpista. Desde su seno ayudó a crear «un equipo de patriotas leales», según ha dicho el propio presidente electo.
Rollins se convertirá en la segunda mujer en acceder al cargo de secretaria de Agricultura tras Ann Veneman, elegida para este departamento por George W. Bush en sus dos legislaturas. Durante el primer mandato de Trump formó parte del Consejo Asesor Económico, dirigió el Consejo de Política Nacional y la Oficina de Innovación y llegó a ser asistente del presidente para Iniciativas Estratégicas. Rollins participará, por ejemplo, en la renegociación del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá y lidiará con la promesa del magnate de establecer aranceles a ciertos productos agrícolas, uno de los pocos detalles de las políticas en este área que han trascendido.
Consejero delegado de la firma financiera Cantor Fitzgerald, el empresario de 63 años es uno de los jefes del equipo de transición de Trump. Es un firme defensor de las criptomonedas y se convirtió en el CEO de su empresa a los 29. Su nombre es más que conocido en Wall Street, en parte por los atentados del 11-S ya que 658 de sus 960 empleados fallecieron aquel fatídico día, incluidos su hermano y su mejor amigo. Howard Lutnick reconstruyó el negocio y el fondo de ayudas que lanzó con el nombre de su compañía ha donado cientos de millones de dólares a las familias que sufrieron la masacre terrorista. En esta nueva etapa de la mano del líder republicano se encargará de coordinar la agenda arancelaria de Estados Unidos al frente de uno de los departamentos más importantes del Ejecutivo. Entre las coincidencias con su nuevo jefe se encuentran su firme defensa de Israel en la Franja de Gaza y su apoyo a la imposición de aranceles -hasta del 60%- a China, un país al que ha criticado duramente.
Lori Chávez-Deremer puede presumir de ser la primera republicana en conseguir el apoyo de los sindicatos en más de dos décadas. Hija de mexicanos, ha roto moldes a lo largo de su carrera política con logros como haberse convertido en la primera alcaldesa latina de Happy Valley (Oregón) y una de las primeras latinas en sentarse en el Congreso. Ninguna mujer antes que ella había representado a su Estado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Tiene 56 años y, a pesar de ese fuerte respaldo sindical, las centrales no se fían mucho de quien será su jefe. Chávez-Deremer se encargará de administrar las leyes federales que protegen los derechos laborales en el país. «Estoy deseando trabajar con ella para crear enormes oportunidades para los trabajadores estadounidenses, para ampliar la formación y el aprendizaje, para hacer crecer los salarios y mejorar las condiciones laborales, y para traer de vuelta nuestros empleos de fabricación», afirmó el magnate al anunciar su nominación.
Trump tendrá a un Kennedy, de tradición demócrata, en su gabinete. Robert F. Kennedy Jr., sobrino del icónico presidente e hijo de su hermano, Bobby, también asesinado, es un abogado ambientalista de 70 años abiertamente antivacunas. El presidente electo pactó en agosto con RFK Jr. su retirada como candidato independiente a la Casa Blanca para que sumara fuerzas a su causa a cambio de un puesto en su Ejecutivo, donde podrá dar rienda suelta a su polémica visión de la salud pública.
A pesar de no contar con ningún título médico, el nuevo secretario de Salud y Servicios Humanos gozará de amplias competencias sobre las agencias sanitarias federales de Estados Unidos, incluidas aquellas que supervisan la aprobación de vacunas y productos farmacéuticos. Kennedy propone eliminar su obligatoriedad en los colegios y también pretende suprimir los alimentos ultraprocesados de los almuerzos escolares, el flúor del agua potable y las investigaciones sobre el sida. El choque contra la gran industria farmacéutica está asegurado.
De la cadena Fox también ha salido el futuro secretario de Transporte, Sean Duffy, de 53 años. El excongresista de Wisconsin presentó el programa 'Fox Business' hasta que le llegó la oferta de Trump, que se deshizo en elogios hacia su elegido, al que calificó de «tremendo y querido servidor público capacitado» para liderar un área cuyo presupuesto asciende a 110.000 millones de dólares. Su experiencia en el Congreso y las relaciones que ha forjado durante años en política y en televisión le servirán, en palabras del presidente electo, «para reconstruir la infraestructura de la nación y dar comienzo a una era dorada para viajar». Su cometido será supervisar las carreteras, los túneles, los puentes e incluso los aeropuertos de Estados Unidos.
El futuro secretario de Energía se define a sí mismo como «un 'nerd' tecnológico convertido en empresario». Es el CEO de Liberty Energy, una empresa que suministra equipos y servicios de 'fracking', la técnica para facilitar la extracción de gas o petróleo del subsuelo mediante la presión hidráulica. Siempre ha defendido los combustibles fósiles, al igual que Trump, quien ha encontrado en este hombre de 59 años y sin experiencia de gobierno el perfil perfecto para un departamento donde ya no tienen encaje los proyectos energéticos impulsados por la Administración Biden en favor de la transición ecológica.
Wright, que también liderará el Consejo General de Energía, ya dejó claras sus ideas en un vídeo que publicó en Linkedin en 2023: «No existe una crisis climática y tampoco estamos en medio de una transición energética». Una de sus delicadas misiones será garantizar la seguridad del arsenal nuclear de EE UU.
Linda McMahon dirigió a superestrellas de la lucha libre como Hulk Hogan, 'La Roca' o John Cena en la World Wrestling Entertainment (WWE), el espectáculo de 'pressing catch' que atrae a público de todo el mundo. Ahora tiene 76 años y tiene el encargo de liderar el Departamento de Educación de Estados Unidos, una elección que ha sorprendido a muchos. Entre los años sesenta hasta 2009, cuando intentó empezar su carrera política a través del Senado, aunque sin éxito, construyó el imperio de la WWE junto a su marido, Vince McMahon. El matrimonio también se encuentra bajo la sombra de la sospecha ya que fue acusado de encubrir abusos sexuales a algunos trabajadores de su empresa.
La futura secretaria es una gran representante del movimiento MAGA (Make America Great Again) en torno a la figura de Trump y es un apoyo crucial para sus políticas. McMahon dirige el America First Action, un comité de acción política afín al magnate. «Linda usará sus décadas de experiencia en liderazgo y su profundo entendimiento tanto de la educación como de los negocios para empoderar a la próxima generación de estudiantes y trabajadores, y hacer que Estados Unidos sea el número uno en educación en el mundo», vaticinó el propio magnate. La nominada se cuenta entre las amigas cercanas del presidente electo, a cuya campaña contribuyó con millones y millones de dólares. Junto a Lutnick, ha encabezado el equipo de transición.
La elección de Doug Collins, abogado y veterano de la guerra de Irak, es uno de los guiños de Trump a los republicanos de la Cámara de Representantes que se mantuvieron leales durante su primer mandato. También se trata de un premio a uno de sus más abiertos defensores durante las sesiones de su primer 'impeachment' que, ahora, a sus 58 años, ejerce como capellán de la reserva de la Fuerza Aérea estadounidense. «Debemos cuidar a nuestros valientes hombres y mujeres en uniforme, y Doug será un gran defensor de nuestros miembros del servicio activo, veteranos y familias militares para garantizar que tengan el apoyo que necesitan», expresó Trump sobre su nominación.
El nuevo secretario de Asuntos de Veteranos gestionará un departamento responsable de velar por los intereses de más de 16 millones de estadounidenses. Desde prestaciones educativas hasta préstamos para la vivienda, atención sanitaria, funerales y pagos de compensación por discapacidad. De esta institución depende asimismo el sistema médico más grande del país.
Kristi Noem fue descartada como candidata a vicepresidenta de Trump por el revuelo que causó al contar una anécdota personal para tratar de demostrar su valentía. Confesó haber matado de un disparo a su perra de catorce meses para castigar su mal comportamiento. La gobernadora de Dakota del Sur, de 52 años, parecía haber caído en desgracia pero el magnate finalmente la ha rescatado para su gabinete. Tendrá un papel clave en el control de la frontera y la operación de deportación masiva que tantas veces ha prometido el líder republicano, uno de sus grandes y más polémicos planes.
La futura secretaria de Seguridad Nacional se crió en una granja, de la que se tuvo que hacer cargo tras el fallecimiento de su padre en el derrumbe de un silo, una circunstancia que le obligó a abandonar sus estudios universitarios. Noem se involucró en varias empresas familiares antes de empezar su carrera política en la Cámara de Representantes y en 2018 fue elegida gobernadora de Dakota del Sur, la primera mujer en ocupar ese asiento. Entonces comenzó su estrecha colaboración con Corey Lewandowski, director de campaña de Trump en 2016.
Durante la pandemia saltó a la fama entre los republicanos por su oposición a las restricciones para frenar el virus y desde entonces es un referente del trumpismo. Noem destaca también como una de las máximas seguidoras de la política de mano dura contra la inmigración, tanto que llegó a tachar la frontera de Estados Unidos con México de «zona de guerra». También ha impulsado medidas para restringir el aborto. En 2020, un informe de los legisladores del Estado certificó que su hija recibió un trato de favor para obtener la licencia de tasadora inmobiliaria tras las acreditadas presiones de la gobernadora.
El increíble camino de Scott Turner, de 52 años, comenzó como jugador de fútbol americano profesional en la liga NFL, que tantas pasiones despierta en el país. Aunque no sea una figura demasiado conocida, ya acompañó a Trump en la Casa Blanca durante su primer mandato. Entonces encabezó un consejo que se encargaba de gestionar un programa que aprovechaba los incentivos fiscales para construir viviendas asequibles y promover el crecimiento económico en áreas empobrecidas.
El presidente electo afirma que Turner ayudó a «liderar un esfuerzo sin precedentes que transformó las comunidades más necesitadas de nuestro país». También fue miembro de la Cámara de Representantes texana por el Partido Republicano entre 2013 y 2017, aunque perdió la reelección. Pero en su historial hay sitio para más porque el exjugador posee asimismo el título de pastor en la Iglesia Bautista de Prestonwood, que tiene su sede en Texas.
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