El gobernador de Florida, Ron DeSantis, continúa hundiéndose en el extremismo y, con ello, indignando a casi todos los grupos del electorado que necesita para lograr la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de EE UU en 2024. El pasado de los afroamericanos ... es el objeto de la última controversia. Según el nuevo plan de estudios de la Junta de Educación de este estado, los alumnos de Secundaria tendrán que aprender «cómo los esclavos lograron ciertas capacitaciones que, en algunos casos, utilizaron para su beneficio personal». El político remató la polémica con unos ofensivos comentarios al señalar que algunos aprendieron oficios que les «fueron útiles más tarde en la vida».
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El proyecto educativo ha desatado las críticas inmediatas del mayor sindicato de maestros de Florida así como de líderes afroamericanos, demócratas y otros grupos, lo que ha puesto al plan en el foco de atención nacional. El excongresista republicano de Texas Will Hurd, de padre negro y madre blanca, condenó rotundamente la idea de equiparar la esclavitud con «un programa de capacitación laboral» y recordó que sólo consistió, «literalmente, en deshumanizar y subyugar a las personas a simple propiedad» pues carecían de derechos y libertades.
Los cambios en el plan de estudios estatal son consecuencia de la ley conocida como 'stop woke' –que pretende parar la educación sobre la memoria histórica y la discriminación– aprobada en 2022 por DeSantis. Esa legislación prohíbe enseñar a estudiantes y empleados temas que puedan hacerles «sentir culpa, angustia o cualquier otra forma de ansiedad psicológica» debido a su raza, color, origen nacional o sexo.
La Asociación de Educación de Florida, que representa a más de 150.000 profesionales, cree que el nuevo programa es un «gran paso hacia atrás». Los alumnos de este estado (un 64% son de color, latinos o asiáticos) merecen, en su opinión, un plan académico de primer nivel que los prepare para ser adultos capaces de «ayudar a sanar las divisiones» del país en lugar de profundizarlas. Pero el proyecto de DeSantis objeta incluso sobre la enseñanza de actos de violencia perpetrados contra los afroamericanos, como la masacre de Ocoee, en 1920, en la que una multitud blanca atacó a la población negra cuando uno de ellos intentaba votar. Es más, la polémica propuesta recomienda la instrucción de acciones violentas cometidas «contra y por afroamericanos», insinuando falsamente en algunos casos que fueron los culpables y no, como ocurrió en realidad, las víctimas.
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Destacadas organizaciones como la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) han acusado al nuevo plan de educación de vender una versión higienizada de la historia. Su presidente, Derrick Johnson, lo calificó como un intento de retroceso al siglo XIX, cuando las vidas de los negros no tenían valor ni derechos. «Nuestros hijos merecen nada menos que la verdad, la justicia y la equidad por las que nuestros antepasados derramaron sangre, sudor y lágrimas», señaló.
Una coalición de líderes civiles y religiosos negros, incluido el reverendo R.B. Holmes Jr., pastor de la Iglesia Bautista Misionera Bethel en Tallahassee, ha mostrado su intención de emprender acciones legales contra la Administración DeSantis si no muestra signos de cambiar los nuevos estándares educativos. «No va a reescribir ni redefinir la historia negra, no mientras estemos vivos», declaró Holmes en referencia al gobernador de Florida.
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La Casa Blanca respondió al debate abierto con una visita de la vicepresidenta, Kamala Harris, a Florida, donde se reunió con líderes negros para encontrar formas de proteger las libertades fundamentales, específicamente, la de aprender y enseñar la historia completa y verdadera de Estados Unidos. La 'número dos' del Gobierno de Joe Biden expresó sin rodeos que «robar bebés, violar a las mujeres o la violencia brutal contra los esclavos» no son capacitación laboral. «Nos insultan en un intento de anularnos y no lo toleraremos», dijo, convencida de que el nuevo programa educativo dejará a los alumnos de Florida en desventaja.
El dominó de reacciones en contra de ese plan empieza a tener también impacto económico. La destacada fraternidad nacional negra Alpha Phi Alpha ha decidido cancelar la convención por su 119 aniversario en Orlando debido a la «dañina, racista e insensible» política de DeSantis.
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El gobernador de Florida, en su camino hacia las presidenciales de 2024, ha apostado todo su capital político a una agenda extremista de utilización de las llamadas guerras culturales y de ataques a lo que denomina «políticas liberales radicales del presidente Biden y el partido demócrata». Una estrategia que amenaza con implosionar su campaña a apenas dos meses del anuncio de su candidatura presidencial y que continúa alienando a grandes segmentos del electorado que necesitará en las urnas. DeSantis defiende «no haber estado involucrado» en el nuevo plan de estudios, pero no muestra signos de cambiar de dirección en su explotación política de la polarización del país.
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