Teherán admite que Israel atacó una de sus plantas nucleares

Teherán restó importancia a la operación del Estado judío y quiso ofrecer desde el primer instante una imagen de normalidad, pero tanto desde Estados Unidos como desde Israel insisten en que el ataque tuvo graves consecuencias. Desde entonces, los iraníes combinan los mensajes de venganza de la Guardia Revolucionaria, con los que lanzan el presidente Masoud Pezeshkian y los ministros del gobierno reformista, que tienden la mano al diálogo nuclear para intentar rebajar la tensión, algo que tendría un impacto directo en Gaza y Líbano.

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Mikel Ayestaran

La información de Axios se publicó durante el último día de la visita de Rafael Grossi a Irán. El director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) visitó las plantas de Natanz y Fordow en un viaje realizado en medio del complejo contexto regional, con las guerras abiertas en Gaza y Líbano y el riesgo de nuevos golpes directos entre Israel y la república islámica. La próxima semana se celebrará la reunión del órgano ejecutivo de la AEIA y Reino Unido, Francia y Alemania, los países europeos que formaban parte del acuerdo nuclear de 2015, podrían condenar los últimos movimientos de Irán, como la desconexión de cámaras de vigilancia en las centrales y el veto a varios inspectores.

El aumento de tensión regional ha hecho que las voces más conservadoras de Irán planteen la posibilidad de cambiar la naturaleza del programa nuclear para obtener la bomba y usarla como medio de disuasión frente a Israel. Esta opción se considera una amenaza existencial por parte de las autoridades israelíes.

El éxito de Donald Trump genera incertidumbre a la espera de conocer su estrategia para intentar acabar con los conflictos abiertos, tal y como anunció en su discurso de la victoria. Los primeros movimientos han comenzado antes de su regreso a la Casa Blanca y, según desveló 'The New York Times', Elon Musk, asesor del futuro presidente, se reunió el lunes en un lugar secreto con el embajador de Irán en Naciones Unidas, Amir Saeid Iravani, durante más de una hora. Dos fuentes de Teherán confirmaron al periódico que el encuentro fue «positivo» y supuso «una buena noticia». Musk ya tomó parte la semana pasada en una llamada entre Trump y Volodímir Zelenski, con lo que confirma su importancia dentro del aparato mediador del presidente para acabar con las guerras abiertas.

Los iraníes temen un endurecimiento de las sanciones, como ocurrió durante el primer mandato de Trump, y el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, insistió un día más en que «las diferencias pueden resolverse mediante la cooperación y el diálogo. Irán nunca ha abandonado la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear pacífico».