Pekín critica el esfuerzo de Occidente por intentar reducir su dependencia de China

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han instado a sus compañías a tomar distancia de la segunda potencia mundial. La presidenta del club comunitario, Ursula von der Leyen, defendió en enero que el bloque pretendía seguir trabajando juntos, pero con menor intensidad.

Aunque no se habla de una «desconexión total», sí se busca reducir el intercambio comercial, principalmente en materia tecnológica por temor a que pueda ser usada en contra de EE UU y la UE, según explicó la anterior semana el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.

«En Occidente, algunas personas exageran lo que se denomina la 'reducción de la dependencia y del riesgo'. Estos dos conceptos (...) son una falsa proposición porque el desarrollo de la globalización es que la economía mundial se ha vuelto una sola entidad, en la cual estamos interconectados», afirmó Li. «Muchos sectores de varios países están mezclados unos con otros, son dependientes, consiguen logros y se desarrollan juntos», defendió.

En su discurso de inauguración del Foro de Verano de Davos en Tianjin, en el norte de China, el alto funcionario aclaró que su país «seguirá liderando el crecimiento económico global» y reiteró lo «beneficioso que puede ser» la defensa de una economía de mercado más abierta y del libre comercio.