El archipiélago francés de Mayotte teme «cientos de muertos» por el ciclón 'Chido'

El recuento provisional de 14 muertos y 250 heridos -nueve de ellos en estado crítico- que recababan anoche las autoridades locales «no es plausible». Así lo reconocía Bieuville al programa Mayotte La1ere, de la cadena FranceInfo, debido al daño catastrófico provocado por el huracán, el más fuerte que ha azotado las islas en casi un siglo y que ha dejado miles desaparecidos y varias aldeas incomunicadas.

Bieuville llegó incluso a aventurar de que es posible que nunca se conozca una cifra real de fallecidos porque la tradición musulmana que profesa el 95% de los 320.000 habitantes del territorio obliga al entierro de sus difuntos en 24 horas. A ello se suma que en el archipiélago viven más de 100.000 inmigrantes indocumentados, en su gran mayoría procedentes de las vecinas islas Comoras, con lo cual el recuento resulta aún más complejo.

Las imágenes aéreas compartidas por fuerzas de gendarmería francesa no albergaban espacio para la esperanza. Cientos de casas improvisadas yacían esparcidas por las colinas de una de las islas de Mayotte, donde los fuerte vientos del ciclón 'Chido' dañaron edificios gubernamentales y un hospital, arrancaron de cuajo cientos de árboles e hicieron caer decenas de postes eléctricos que dejaron sin suministro a más de 15.000 hogares.

La falta de electricidad y los daños en los aeropuertos eran precisamente los principales obstáculos que encontraban este domingo los servicios de rescate, desplegados por mar y aire, para llegar a las zonas más damnificadas. El primer avión de asistencia aterrizó procedente de la isla de Reunión con equipos de socorro, tres toneladas de material médico y 17 sanitarios. Entretanto, más de 160 soldados y bomberos franceses están de camino para reforzar a los 110 efectivos desplegados en el archipiélago desde el viernes.

El alcalde de la capital de Mayotte, Ambdilwahedou Soumaila, explicaba a la cadena BFMTV que la situación es una catástrofe absoluta que se ha cebado con las comunidades marginadas del archipiélago. «Es una situación extremadamente difícil que no habíamos vivido jamás», confesó antes de estimar que el ciclón podría haber dejado perfectamente «cientos de miles de víctimas» contando muertos, heridos y afectados.

Conocedor de primera mano de la tragedia, el presidente francés, Emmanuel Macron, envió un mensaje de solidaridad. «Mis pensamientos están con nuestros compatriotas en Mayotte, que han pasado las horas más horribles y que, algunos, lo han perdido todo, han perdido la vida», dijo, poco después de que se diera a conocer de que el ministro saliente del Interior, Bruno Retailleau, se dirige al archipiélago para supervisar los esfuerzos de salvamento. Hoy, además, tiene previsto seguirle los pasos el titular de Ultramar, François-Noël Buffet.

En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Retailleau anunció este domingo que ha solicitado al prefecto de Mayotte la activación del estado especial de emergencia para facilitar la llegada de recursos y centralizar en su figura todas las iniciativas de rescate para facilitar el proceso.

Francia colonizó Mayotte en 1843 y anexó todo el archipiélago en 1904. En un referéndum celebrado en 1974, el 95% de los habitantes apoyaron la separación, si bien el 63% votó por seguir siendo gobernada por el Estado galo. El archipiélago, ubicado a casi 8.000 kilómetros de París y a cuatro días de viaje por mar, ha luchado durante décadas con la violencia de pandillas y el malestar social del 77% de su población, que vive por debajo del umbral de la pobreza. Las tensiones se avivaron a principios de este año por la escasez de agua.