COLPISA / AFP
Lunes, 1 de febrero 2016, 13:57
Birmania ha inaugurado este lunes una nueva era con la entrada en funciones de un Parlamento dominado por el partido de Aung San Suu Kyi, que formará el primer Gobierno salido de unas elecciones libres en un país marcado por decenios de junta militar.
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Unos 390 diputados de la Liga Nacional para la Democracia (LND), vestidos de naranja, llegaron esta mañana temprano para firmar su primera hoja de presencia en el Parlamento, situado en la capital administrativa, Naypyidaw.
Tras una aplastante victoria en noviembre de 2015 en las primeras elecciones libres en 25 años, el partido de la premio Nobel de la Paz empezará finalmente a asumir el poder. "Hoy es un día para la historia política de Birmania, del que podemos estar orgullosos", ha declarado Win Myint, diputado de la LND, tras haber sido elegido presidente de la cámara baja. "Trabajaremos para que los derechos humanos y la democracia se respeten y para restablecer la paz", ha declarado Nyein Thit, diputado de la LND, a su llegada.
Retos
Este país de 51 millones de habitantes, que en su mayoría esperan grandes cambios tras estar gobernados por los militares casi por completo desde la independencia en 1948, es uno de los más pobres de la región. Tanto la salud como la educación son dos sectores en ruina y sólo un 30% de la población tiene electricidad. Y la nueva mayoría parlamentaria, entre la que hay médicos, profesores y poetas, tiene mucho por aprender. Sólo unos 20 diputados de la LND tienen experiencia parlamentaria, entre ellos Aung San Suu Kyi, que pasa de jefa de la oposición a líder de la mayoría parlamentaria.
Su entrada en el Parlamento tuvo lugar tras unas legislativas parciales organizadas en 2012 como un primer signo de buena voluntad del Gobierno de transición. "Es un momento histórico para el país", estima el analista político Khin Zaw Win. "Es por esto que hemos luchado durante tantos años. Pero ahora que llegó el momento, las preocupaciones se amontonan", añade el analista, precisando que Aung San Suu Kyi y sus compañeros tendrán la dura misión de empezar a ser operativos lo más rápido posible.
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Suu Kyi no podrá convertirse en presidenta, cuya elección es la primera tarea del nuevo Parlamento. Actualmente, no puede aspirar al cargo, ya que un artículo de la Constitución bloquea su acceso a las personas con hijos de nacionalidad extranjera. La líder política birmana tiene dos hijos británicos. Por el momento, la LND no ha precisado quién será su candidato. No obstante, Aung San Suu Kyi ya advirtió antes de las elecciones de que ella estará "por encima del presidente".
Los militares, un factor fundamental
Los militares siguen siendo un actor fundamental en la vida política del país, y gracias a la Constitución de 2008 ocupan un 25% de los escaños del Parlamento, sin ser electos. Como la modificación requiere más del 75% de los votos, Aung San Suu Kyi no podrá cambiar la Carta Magna sin el apoyo de los militares.
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El jefe del Ejército controla además algunos ministerios clave, como los de Defensa e Interior. Aung San Suu Kyi tendrá margen en la diplomacia, la salud y la educación, tres ámbitos de la política birmana devastados por décadas de dictadura militar pese a la apertura del país desde 2011.
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